En el club de los 300

Iago Aspas es un devorador de registros, como si no tuviese límites. Además de máximo goleador de la historia del Celta, el delantero de Moaña persigue junto a su compañero Hugo Mallo el récord de partidos jugados con la celeste que mantiene Manolo Rodríguez (533). Mañana sumará una muesca más, pues celebrará los 300 en Primera División. Y no podía tener mejor rival en fecha tan señalada en su carrera deportiva que el Sevilla, con el que el céltico jugó 16 de esos encuentros en la élite en su año en el Sánchez Pizjuán tras su efímero paso por el Liverpool. Además, Aspas recogió ayer el trofeo Estrella Galicia que le acredita como el mejor céltico en el pasado mes de noviembre.

Después de recibir un nuevo galardón, Aspas habló para Celta Media sobre el rival que mañana visita Balaídos (19:15 horas): “Jugar no jugué mucho, pero allí estuve muy a gusto, me trataron de diez y siempre recibo su cariño cuando voy a Sevilla. Es un partido muy especial porque le tengo mucho aprecio”, apuntó el moañés.

Ante la cifra redonda de participaciones en la máxima categoría, Aspas muestra su asombro, pues tuvo un debut tardío en Primera División (con 25 años), en la temporada 2012-13, después de su deslumbrante estreno con el Celta en Segunda frente al Alavés: “Quién me lo iba a decir hace diez años, cuando jugué el primero contra el Málaga”.

“Es un partido importante, bonito, delante de nuestra gente en Balaídos y esperemos sacarlo adelante”, señaló sobre la visita del conjunto andaluz, ante el que el Celta se juega acabar el año fuera de los puestos de descenso. Ambos equipos se encuentran, según Aspas, “en una situación fastidiada”, pero apuntó que el Sevilla es el “rival idóneo” para levantar el vuelo en la competición. El Sevilla, dijo, se vio perjudicado por el parón del Mundial, pues habían mejorado con la llegada de Jorge Sampaoli.