Eduardo Coudet tiene prácticamente definido el once que se medirá mañana al pujante Betis de su admirado Manuel Pellegrini en Balaídos. Se da por seguro que Carles Pérez suplirá al sancionado Franco Cervi en la banda derecha y se presume que Strand Larsen volverá a acompañar en punta a Iago Aspas, pero resta una incógnita por despejar: ¿dará por fin el Chacho la alternativa como titular a Gabri Veiga frente a los verdiblancos?
Solo el técnico tiene la respuesta, pero los méritos acumulados por el efervescente centrocampista canterano en el arranque liguero son más que evidentes. Veiga ha dado frescura y amplitud al juego del Celta y ha servido en más de una ocasión de revulsivo para los partidos en momentos difíciles. Sin embargo, el preparador celeste no acaba de entregarle los galones que el chico viene reclamando.
El entrenador argentino ha apostado por una solución más conservadora, juntando en el rombo de medio campo a Tapia y Beltrán, dos medios centro de corte defensivo que parecen sentirse más cómodos trabajando en solitario. Coudet explicó que se trataba de una solución provisional, en tanto iba ajustando los nuevos engranajes al esquema y encontraba el sustituto más conveniente para Denis, el encargado en estos últimos años de dar vuelo al juego celeste en el último tercio del campo.
Óscar Rodríguez fue la elección inicial de Coudet en el estreno liguero frente al Espanyol y el jugador que parecía llamado a cubrir la obligada baja del salcendense, pero los problemas de funcionamiento contra los pericos llevaron al técnico a apostar por una fórmula más conservadora. Óscar pasó a la banda izquierda y Tapia y Beltrán se hicieron cargo de la sala de máquinas, el peruano en su posición habitual de pivote y el madrileño como enlace con la pareja de delanteros. Y con esta solución de partida ha tirado el Chacho hasta la fecha mientras Veiga ganaba protagonismo en cada nuevo partido. El canterano se estrenó con 5 minutos antes el Espanyol, jugó 12 en la segunda jornada frente al Real Madrid y casi media muy bien aprovechada en Montilivi frente al Girona. Su confirmación llegó en el siguiente partido, contra el Cádiz en Balaídos. Salió con Larsen al inicio del segundo tiempo y entre ambos dispararon al Celta hacia su única goleada del curso. Frente al Atlético, en el Metropolitano, Veiga mejoró también de forma notable al Celta y anotó su primer gol con el primer equipo. Menos decisiva fue su entrada en el campo en Mestalla, aunque la expulsión con roja directa de Cervi condicionó muy negativamente el partido para el conjunto celeste .
La irrupción de Gabri en la vida del primer equipo celeste es mucho más que una mera cuestión de sensaciones. Los números avalan también al porriñés, que en tan solo 152 minutos sobre el verde ha sido capaz de proporcionar ya al equipo un gol y una asistencia. Descontando a Aspas, ningún otro jugador del plantel iguala sus números ofensivos.
A estas alturas nadie discute la evidencia de que la jerarquía de Gabri Veiga en el equipo ha cambiado en cuestión de unas pocas jornadas. Su ausencia en la convocatoria del filial en un duelo de tanta trascendencia como el derbi frente al Deportivo supone la confirmación de que, pese a tener todavía ficha con el Celta B, el porriñés es a todos los efectos futbolista el primer equipo. Le queda dar un último paso, el de la titularidad, que, antes o después, será una realidad esta temporada. Solo queda una duda por despejar: cuándo lo verá listo Coudet para dar este último paso.
La baja de Cervi , por otra parte, condicionará el once que el técnico desplegará frente a los de Manuel Pellegrini. La novedad será Carles Pérez, que volverá a la banda derecha que ya ocupó en el Metropolitano por Franco Cervi, ausente por sanción tras su expulsión con roja directa en Mestalla. Carles iniciará el partido por segunda vez esta temporada en su posición natural de extremo derecho tras actuar como delantero, acompañando a Iago Aspas, ante el Girona y el Cádiz.
La recuperación de Paciencia que cuenta desde el jueves con el alta médica tras un mes lesionado, permitirá por primera vez a Coudet elegir entre dos delanteros puros, Larsen y el portugués, al acompañante de Iago Aspas. El noruego es la opción más plausible, pues el luso acaba de salir de una lesión y carece de tono competitivo, por lo que su inclusión en el once resulta improbable.
El gol es patrimonio de Aspas; las asistencias, un bien repartido
El gol es desde hace tiempo en el Celta patrimonio casi exclusivo de Iago Aspas. El cuatro veces vencedor del Trofeo Zarra concentra en este inicio de curso más del 62 por ciento de los tantos anotados por el conjunto celeste: 5 de 8. El resto del aporte lo completan, con un tanto cada uno, Gonçalo Paciencia, Óscar Rodríguez y Gabri Veiga. Las asistencias son un capítulo muy diferente. En los últimos años el líder en este apartado fue Denis Suárez, pero este curso nadie se destaca. Los pases de gol son en el Celta un bien muy repartido, hasta el punto de que siete jugadores comparten el liderazgo en este apartado: Carles Pérez, Franco Cervi, Javi Galán, Jörgen Strand Larsen, Augusto Solari, Gabri Veiga y Iago Aspas, con un pase decisivo por cabeza.
El moañés ha sido el destinatario de la mayoría de las asistencias, ha dado la que permitió a Gabri Veiga estrenarse como goleador en Primera División en el Metropolitano y ha anotado un tanto de penalti, mientras que ha recibido pases de gol del propio Veiga (Cádiz), Carles Pérez (Girona) y Solari (Espanyol) y Cervi (Cádiz). Larsen ha asistido a Óscar en su único gol, mientras que Galán ha proporcionado un pase determinante a Gonçalo Paciencia. Los celestes registran, además, dos disparos contra la madera, uno de Aspas y otro de Larsen, y un gol de penalti, forzado por Paciencia y anotado por el moañés.
