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Esperando a Gabri Veiga

El canterano acumula méritos para convertirse en el sustituto de Denis mientras Coudet apuesta por mantener el doble pivote con Tapia y Beltrán

Gabri Veiga conduce el balón ante la oposición de Coke durante la última visita del Celta al Metropolitano. LOF

Cumplidas seis jornadas de Liga, el Celta no acaba de resolver el espinoso problema de encontrar un reemplazo para Denis Suárez. Eduardo Coudet ha recurrido en estos primeros partidos a un doble pivote con Renato Tapia y Fran Beltrán, pero como el propio técnico ha explicado se trata de una solución de carácter provisional “hasta que el equipo fluya” mientras va adaptando las nuevas piezas al esquema. “Para sostener a un pivote de características más ofensivas que Fran [Beltrán] tenemos que acertar muy bien todo”, estableció el técnico tras el debut liguero frente al Espanyol.

Tras seis encuentros, Gabri Veiga se ha revelado como la alternativa más fiable, pero el técnico se resiste a dar el paso de entregarle la titularidad, acaso para no cargar de responsabilidad a un chico con mucho margen de crecimiento que todavía tiene ficha con el filial.

Pero el binomio Tapia-Beltrán no acaba de carburar. Ni ha ayudado a blindar la portería (13 goles en 6 partidos) ni ha contribuido a mejorar las prestaciones ofensivas del equipo que, una temporada más, depende en exceso de la inspiración de Iago Aspas. El Celta ha generado más oportunidades de gol cuando Tapia y Beltrán no ha coincidido en el campo. El peruano sobresale en el aspecto defensivo, pero tropieza en la elaboración del juego y al madrileño se le ve incómodo en el vértice superior del rombo. No es ahí donde puede lucir, ni girarse, ni conducir la pelota para armar la jugada. Desplazado de su hábitat natural, a Beltrán le cuesta encontrar líneas de pase.

La alternativa que mejor ha funcionado es la de Gabri Veiga, un futbolista inexperto con ficha del filial, pero cuyo ingreso en el campo desde el banquillo ha aportado al ataque celeste una explosividad y desborde del que carecía incluso en tiempos de Denis. El porriñés aprovechado al limite cada minuto que el técnico le ha otorgado y llama con fuerza a la puerta de la titularidad. Poco a poco, partido a partido, el Chacho ha ido incrementado su protagonismo, pero se resiste a entregarle los galones que el chico reclama.

La realidad es que el juego ofensivo del Celta es uno con Tapia y Beltrán y otro muy distinto con Veiga, más desequilibrante y creativo. La aportación del joven canterano ha crecido a medida que el preparador celeste ha dado minutos.

Su primera aparición esta temporada fue ante el Real Madrid, pero contra los blancos Coudet lo empleó en banda izquierda, como sustituto de Óscar Rodríguez. Veiga estuvo apenas 7 minutos en el campo, sin tiempo para reivindicarse. La lesión de Tapia, sin embargo, le allanó el terreno en Montilivi. Con su ingreso en el terreno de juego, el Celta ganó equilibrio y creatividad en la elaboración del juego. Veiga exprimió al máximo la media hora de juego que le concedió el técnico con una completa actuación.

La figura del porriñés creció exponencialmente en el siguiente partido frente al Cádiz. Su entrada en el campo junto al debutante Strand Larsen desató al Celta tras un primer tiempo sumamente espeso. Veiga apareció por todas partes y lo hizo todo bien, tanto en defensa como sobre todo en ataque, donde ofreció desborde y una interesante capacidad asociativa. El canterano participó directamente en los dos primeros goles. Asistió a Aspas en el que abrió el marcador y colaboró decisivamente en el segundo con una inteligente maniobra en el área en la que dejó pasar el balón para que Larsen asistiese a Óscar Rodríguez con un taconazo sublime. El canterano rondó además el gol (un apartado en el que ha acreditado tener pegada con el filial) con una volea que lamió el palo. Coudet se rindió a la evidencia. “El partido pedía que no tuviéramos ese doble pivote. Necesitábamos a alguien más para romper líneas”, confesó tras el encuentro.

La gran actuación de Veiga no le bastó sin embargo para alcanzar la titularidad en el siguiente choque en el Metropolitano, donde el Celta dilapidó varias opciones claras de gol antes que el Atlético lo zarandeara repetidamente. Coudet volvió a recurrir al porriñés en el segundo tiempo y el chico respondió anotando su primer gol en Primera División, aunque el tanto apenas sirvió al Celta para maquillar un resultado engañoso. De nuevo la entrada de Veiga en el campo mejoró al conjunto celeste.

El Chacho repitió en su idea de utilizar al Gabri Veiga de revulsivo el pasado sábado en Mestalla, pero la expulsión con roja directa de Franco Cervi al poco de saltar el porriñés al campo frustró sus planes.

La cuestión ahora es si el preparador argentino dará definitivamente el paso de emplear a Veiga como opción de partida en el próximo duelo frente al Betis. La respuesta se conocerá en 13 días, a la vuelta del parón liguero.

El gol hace esperar a Strand Larsen

Gabri Veiga ha sido la revelación de un inicio de curso en el que ha destacado Jörgen Strand Larsen. La apuesta de Luis Campos para reforzar la delantera ha convencido a Coudet y encandilado a la afición, que enseguida se ha contagiado de su energía. El noruego ha mejorado las prestaciones ofensivas del equipo, aportando soluciones de las que antes carecía. Lo ha hecho casi todo bien. Tan solo le falta marcar un gol que ha buscado con afán, pero que se le resiste después de dos partidos y medio.

Debutó con asistencia de tacón a Óscar Rodríguez contrae el Cádiz, partido en el que el delantero escandinavo estrelló un cabezazo contra la madera. Una excelente carta de presentación que tuvo continuidad en el Metropolitano, donde estuvo muy cerca del gol en un par de ocasiones. Tras el choque, el noruego no dudó en hacer autocrítica. “Me siendo un poco responsable de la derrota”, dijo en referencia a las ocasiones fallidas.

En la última comparecencia del Celta, el pasado sábado en Mestalla, Larsen fue el más incisivo de los atacantes celestes, por delante incluso de Iago Aspas, de cuya efectividad rematadora sigue dependiendo el Celta. Dos de las tres ocasiones más claras del Celta –un disparoque se perdió cerca de la escuadra y un remate en un libre indirecto que detuvo con una gran intervención del portero valencianista– llevaron su sello. Aunque aún esta muy lejos de su eficacia, Larsen ha relevado a Aspas como el principal rematador del equipo en los dos partidos en los que el gigante noruego ha disputado como titular.

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