Gabri Veiga ha cambiado su estatus con Eduardo Coudet, que ve al porriñés preparado para ir asumiendo gradualmente responsabilidades en el primer equipo. El técnico ve en el canterano grandes posibilidades, pero quiere manejar los tiempos con cuidado, sin forzar la máquina, de modo que su progresión futbolista brote de modo natural a medida que vaya adquiriendo experiencia en Primera División. Veiga tiene todavía contrato con el filial, que irá alternando esta temporada con el primer equipo, pero el Chacho tendrá prioridad para contar con el futbolista. A partir de la próxima temporada, el porriñés será ya a todos los efectos futbolista del primer equipo.

Veiga se dio a conocer como valor emergente de la cantera cuando Óscar García lo hizo debutar en Primera División hace casi dos años ante el Valencia. Posteriormente le dio media hora ante el Barcelona y en los siguientes encuentros minutos sueltos ante el Atlético de Madrid, el Levante y el Elche. Con la llegada de Coudet, el canterano desapareció de la vida del primer equipo, aunque el argentino le dio 4 minutos en la jornada final frente al Betis. Coudet lo veía verde para la máxima categoría.

El pasado curso Gabri Veiga fue referente de la buena temporada del Celta B. Con el primer equipo disputó unos pocos minutos sueltos contra el Betis y el Espanyol mientras brillaba en el filial con buenas actuaciones y goles. A final de temporada, el Chacho volvió a reclutarlo y llegó a jugar en Primera cinco encuentros consecutivos, cada vez con más minutos sobre el césped. El técnico céltico ya tenía entonces al porriñés en mente para el primer equipo. El primer paso era ajustar su posición en el campo. Gabri mostró su preferencia para jugar de enganche. El Chacho recogió el guante, decidido a optimizar sus características en esta demarcación. A diferencia de Denis, un futbolista de trazo más fino y creativo en el último pase, el preparador celeste se propone explotarla explosividad de Veiga para romper líneas en la conducción y su contundencia en el disparo de media distancia.

Con paso lento pero seguro, su jerarquía en el Celta ha crecido. Luca de la Torre y Williot Swedberg, por quienes el Celta ha pagado 6,8 millones este verano, ya están por detrás de él en la rotación.

Y no deja de ser significativo el hecho de que Coudet ha dado a Gabri minutos en los tres partidos de Liga que el conjunto celeste ha disputado esta temporada. Su protagonismo ha crecido en cada nueva cita: 5 minutos frente al Espanyol, 12 contra el Real Madrid y casi media hora en Girona, donde el porriñés brilló con luz propia, ofreciendo al equipo soluciones tanto en defensa como en ataque.

Tras su solvente actuación en Montilivi, Gabri ha retornado sin inmutarse a la disciplina del Celta B, donde también se espera que tenga protagonismo este curso. Coudet valora que esta temporada se entrene a sus órdenes y tendrá preferencia para disponer de él, pero lo quiere constantemente activado y ya ha anticipado que, siempre que sea posible, jugará con ambos equipos. Lo mismo ocurre con Carlos Domínguez y Miguel Rodríguez, aunque el central vigués y el delantero redondelano están ahora mismo por debajo de Gabri en la jerarquía del primer equipo.