El Celta le ganó finalmente el pulso a la Roma por la cesión de Carles Pérez. Durante casi dos semanas, con el acuerdo con el futbolista cerrado, los dos clubes se enzarzaron en una dura negociación que tenía como principal objeto determinar si después del año de cesión el Celta tendría la obligación de comprarlo o no. Ese es el motivo por el que Carles Pérez, con la maleta hecha, ha tenido que aplazar su viaje a Vigo.

El atacante catalán pisará hoy Galicia por la noche. Llegará para firmar el contrato con el Celta y para unirse ya mañana martes a los entrenamientos con sus nuevos compañeros. Tarea urgente porque es una de las piezas que más necesitaba el equipo y por la que suspiraba Coudet.

El domingo por la noche Celta y Roma le dieron las últimas puntadas al acuerdo que no incluirá compra obligatoria como quería el Celta. A cambio, la opción de compra será algo más alta de lo que deseaban los vigueses y estará en torno a los diez millones de euros. Ayer la Roma ya evitó que Carles Pérez participase en la presentación del equipo ante sus aficionados y le dio permiso para tomar el vuelo que esta noche le llevará a Galicia.