La resaca del derbi entre el Celta B y el Deportivo de la Coruña del pasado fin de semana todavía dura por culpa de causas ajenas al fútbol. Todo por culpa de los hechos protagonizados por los radicales de uno y otro equipo en los alrededores de Balaídos a primera hora de la mañana y por la invasión de campo posterior al pitido final. Según asegura la Policía Nacional, desde la comisaría se ha propuesto para sanción a más de 100 personas por los altercados entre ultras del Celta y el Deportivo.

Los hechos se remontan a las nueve de la mañana del domingo, cuando varias llamadas a la comisaría alertaron de la presencia de un nutrido grupo de personas, armadas con palos y otros objetos peligrosos, que mostraban una actitud violenta, y estaban provocando destrozos a su paso en varios vehículos que se encontraban estacionados en la calle Cronista Elías Rodríguez. Según pudieron saber los agentes, el grupo se dirigía hacia el parque de A Bouza, donde después se produjo una pelea entre ultras del Celta B y el Deportivo.

Es por ello, que agentes de la Policía Nacional se personan en el lugar. A su llegada observaron que algunos jóvenes huyeron a la carrera. Atrás quedó un grupo de violentos, formado por unas 50 personas, a los que lograron reducir e identificar.

Varias horas después y tras confirmarse la victoria del Celta B, dentro del estadio un grupo de aficionados celestes abandonaron sus asientos y saltaron al terreno de juego para dirigirse al sector donde se encontraban los hinchas coruñeses con el fin de provocarles e increparles. La afición visitante respondió lanzando objetos desde la grada, botellas y parte de los asientos que habían sido previamente arrancados. Los vigilantes de seguridad, intentaron contener a estas personas, sin conseguirlo, incluso alguno de ellos llegó a ser agredido, provocando la intervención de los agentes de la Policía Nacional en el terreno de juego para controlar y desalojar a los violentos, recibiendo insultos y agresiones.

Todos estos hechos se han saldado con más de 100 propuestas para sanción, conforme a lo establecido en la Ley del Deporte, además de la incautación de efectos susceptibles de causar daños y lesiones como palos de madera, barras de metal, defensas extensibles, una llave de pugilato (puño americano) o un extintor.

Los responsables de dichas acciones se enfrentan a sanciones económicas cuya cuantía puede oscilar entre los 150 las infracciones leves, a 650.000 euros en el caso de infracciones muy graves, así como la prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un periodo de 5 años. La investigación continúa abierta y no se descarta que estos hechos puedan ser constitutivos de infracciones penales.