Al Celta se le ha olvidado esta temporada cómo se remonta un partido. El grupo de Eduardo Coudet se ha manejado más o menos bien cuando ha tenido que gestionar la ventaja adquirida en el marcador, pero ha tenido evidentes problemas con el viento en contra, hasta el punto de que no ha sido capaz de voltear un resultado adverso en los nueve partidos que el rival se ha puesto por delante.

Lo más cerca que ha estado de conseguir darle la vuelta al marcador ha sido en los partidos disputados frente al Barcelona y el Villarreal en Balaídos. Frente a los azulgranas, el cuadro celeste consiguió neutralizar en una épica segunda parte una desventaja de tres goles con un gol salvador de Iago Aspas en el último segundo del partido. Un empate son sabor a victoria, pero empate al fin y al cabo. Contra los amarillos, Brais Méndez igualó a 12 minutos del final el tanto de Alberto Moreno en el 27 en un duelo irregular, en el que los celestes se enredaron en la madeja táctica dispuesta por Unai Emery.

En otros siete encuentros, recibir gol equivalió a una sentencia de muerte. Tres de ellos se produjeron en un arranque de campeonato en el que el Celta tuvo muchos problemas para generar peligro frente al marco contrario. Así ocurrió frente al Atlético de Madrid, que ganó en Balaídos con doblete de Correa al que el Celta solo pudo replicar con un penalti forzado por Santi Mina y transformado por Iago Aspas; contra el Athletic, también en casa, en un duelo que el conjunto vasco se llevó gracias a un solitario tanto en la primera parte de Iñaki Williams y, frente al Cádiz, que se adelantó por dos veces en el luminoso sin que el Celta, que generó varias acciones de peligro, no pudiese más que recortar distancias gracias a Santi Mina.

Tampoco pudo el Celta dar la vuelta al tanto de Darío Benedetto que le impidióncadenar tres victorias – los celestes habían ganado previamente al Granada y al Levante– consecutivas en el Martínez Valero, ni remontar al afortunado gol de Rafa Mir que dio el triunfo al Sevilla en Balaídos.

Frente a los de Lopetegui, al igual que contra la Real Sociedad, que ganó en el coliseo vigués por 0-2 con una gran actuación del portero txuri-urdin Mathew Ryan, los de Coudet superaron a sus rivales en el juego, pero fueron incapaces de trasladarlo al marcador. Tampoco en el Reale Arena el pasado sábado fueron capaces los celestes de sobreponerse a un solitario gol de Oyarzabal, esta vez sin un solo disparo a puerta.

Mejor le han ido las cosas al grupo de Coudet cuando ha sido el primero en dar el golpe. Así ocurrió en las victorias a domicilio cosechadas contra el Levante (0-2), el Getafe (0-3), el Alavés (1-2), y en el último desplazamiento a la cancha del Betis (0-2), al igual que en los dos únicos triunfos firmados esta temporada en Balaídos contra el Granada (1-0), con solitario gol de Denis Suárez en el descuento y frente al Espanyol (3-1), con firma de Mina, Aspas y Denis.

Pero no siempre que el Celta ha navegado con viento a favor ha ganado su partido. Las excepciones fueron el choque disputado contra el Real Madrid en el Bernabéu (2-5), en el que al Celta no le sirvió de nada adelantarse hasta en dos ocasiones en el primer tiempo, y la derrota cedida ante el Valencia en Balaídos, cuando Hugo Duro y Maxi Gómez dieron la vuelta al gol inicial de Iago Aspas.