El Celta retornó ayer los entrenamientos en la ciudad deportiva con la mirada puesta en el duelo del próximo sábado contra el Deportivo Alavés (Mendizorroza, 14.00 horas), en el que el conjunto celeste se propone obtener un triunfo que se le resiste desde hace cuatro jornadas para alejarse de los puestos de descenso y además ante un rival directo.

El plantel regresó al trabajo con la única duda de si Eduardo Coudet va a poder contar para el choque ante los blanquiazules con Hugo Mallo. El capitán cumple la tercera semana de convalecencia de la rotura de fibras en el bíceps femoral derecho que se produjo en el primer tiempo del partido contra el Barcelona que el Celta disputó antes del parón de selecciones. Los servicios médicos establecieron un periodo de recuperación de entre tres y cuatro semanas, lo que complica su participación en el duelo del sábado.

La buena noticia de la jornada la protagonizó Joseph Aidoo, que el pasado sábado concluyó el partido contra el Villarreal con una ligera sobrecarga, y ayer participó normalmente con el grupo en la suave sesión de recuperación dispuesta por el técnico para los titulares.