Los medios mexicanos dan por hecho que Orbelín Pineda jugó ayer su último partido en el país norteamericano y que en enero vestirá la casaca del Celta. El equipo de Pineda, el Cruz Azul, dijo adiós al campeonato Apertura 2021 tras caer contra el Monterrey; como el mediocampista acaba su contrato en diciembre ya no volverá a disputar más encuentros. Si se cumplen las previsiones, llegará a Vigo libre y ocupará la plaza de extracomunitario que dejó su compatriota, Néstor Araujo, tras conseguir la nacionalidad española en verano.

Pineda, de 25 años, se mudará a Vigo para convertirse en el primer refuerzo invernal tras triunfar con el Guadalajara (Copa, Liga, Liga de Campeones de la Concacaf) y Cruz Azul (Liga, la primera del club en 23 años), que había pagado por él 12 millones de dólares (10,12 en euros). Su último equipo, en cambio, no estuvo en el torneo en marcha a la altura de lo esperado.

El futbolista, internacional con su selección, nació en San Fernando, pequeño pueblo del estado de Guerrero. Recuerda: “En toda mi niñez estuve con borregos, vacas, chivos, puercos y caballos, ayudando a mis papás”. De su padre heredó precisamente la vocación futbolística, que otros hermanos compartieron. Onai, el mayor, ha sido su mentor. Orbelín ha sabido cumplir etapas para probar la aventura europea en el momento adecuado. El periodista Armando Melgar, del periódico Récord, lo describe: “Es un jugador diestro muy habilidoso, muy regateador, con buena pegada desde fuera del área y mucho gol, incluso de cabeza. Principalmente puede desempeñarse en dos posiciones, como extremo y volante-interior”. El Chacho, de hecho, lo ha reclamado para territorios más interiores, aunque agradezca en general su polivalencia.