El Celta exprime esta tarde sus opciones de luchar por una plaza en Europa el próximo curso con un reto mayúsculo en el Camp Nou, donde el grupo Coudet se enfrenta con la defensa en cuadro a un Barcelona que, con LaLiga casi imposible, se propone también apurar sus remotas posibilidades de luchar por el título liguero.
Los problemas se le han ido acumulando al entrenador del Celta en forma de lesiones a medida que se ha ido acercando el choque. A las consabidas de Renato Tapia y Jeison Murillo, dos hombres claves en el esquema del Chacho y la imposibilidad de poder contar por segundo encuentro consecutivo con José Fontán tras dar positivo en coronavirus la pasada semana, se han añadido a última hora las bajas de Hugo Mallo y Facundo Ferreyra por distintos problemas musculares que podrían llevarles a dar por concluida la actual temporada.
Pese a todas estas dificultades y a la necesidad del adversario de sumar los tres puntos, los celestes, con su técnico a la cabeza, todavía piensan que pueden ganar a domicilio en tan complicado escenario y tan pocos recursos en el banquillo para agitar el partido. Nadie en el plantel arroja la toalla de Europa, a pesar de que el Celta no depende de sí mismo y necesita sumar los tres puntos en el Camp Nou y que Villarreal o Betis tropiecen en sus respectivos compromisos frente a Sevilla y Huesca para llegar con posibilidades a la última jornada ante los verdiblancos en Balaídos.
El desafío está servido para un Celta al que Coudet ha pedido máxima concentración e inteligencia para adaptarse a las necesidades del choque y golpear al adversario en el momento oportuno. “Necesitamos hacer las cosas muy bien para conseguir un buen resultado”, ha reconocido el entrenador celeste.
No tiene, en todo caso, mucho donde elegir el preparador argentino, que cuenta con significativas bajas en todas sus líneas –Rubén en la portería; Mallo, Murillo y Fontán en defensa; Tapia, en medio campo; y Emre Mor y Ferreyra en ataque– aunque tiene casi intacto a su once de gala.
La ausencia del capitán, con una sobrecarga en el aductor, devolverá la titularidad a Kevin Vázquez, que ocupará el flanco derecho de una zaga a la que vuelve Néstor Araújo, ausente por sanción ante el Getafe. El mexicano formará en el eje de la línea junto a Joseph Aidoo, con Aarón Martín arrimado al costado izquierdo.
En medio campo, Coudet cuenta con Fran Beltrán como único medio centro defensivo, pues Holsgrove estará con el filial en Extremadura. El toledano se moverá por delante de la defensa precediendo a los cinco hombres que integran el bloque ofensivo: Brais Méndez, Denis Suárez y Nolito, en la línea de volantes avanzados, y Aspas y Santi Mina en punta. Pese a contar con poco más en el armero – la convocatoria la completan Sequeira, Carlos Domínguez, Juncà, Solari, Baeza y los juveniles Brais Rodríguez y Hugo Sotelo–, el Celta llega al choque en su mejor momento del curso, tras encadenar cuatro victorias y sin la antigua dependencia hacia Iago Aspas, y está determinado a echar el resto contra los azulgranas.
Para el Barcelona el choque no es menos importante. Aunque el Atlético le aventaja en cuatro puntos con seis por disputarse y el Madrid está dos por delante, el conjunto de Ronald Koeman está decidido a apurar sus remotas opciones de luchar por el título en la última jornada y buscará el triunfo con todo su arsenal disponible. Al margen de Ansu Fati y Coutinho, lesionados de larga duración, faltarán apenas Sergi Roberto, que se ha resentido de una lesión en el muslo derecho, y el holandés Frenkie de Jong por acumulación de tarjetas. Tampoco estará Óscar Mingueza, que ha sido convocado con el filial azulgrana para disputar la fase de ascenso a Segunda División ante el UCAM Murcia.
