El Celta no renuncia a contar para la cita de este domingo en el Camp Nou con algún jugador del filial, a pesar de que el segundo equipo celeste afronta la primera final de la fase de ascenso a Segunda División. El club evitó desvelar quiénes viajaron ayer por la tarde a tierras extremeñas, donde mañana les espera el Athletic Club B, aunque uno de los que se quedó en Vigo entrenando con el primer equipo es el central Carlos Domínguez, mientras que Jordan Holsgrove estará en Extremadura.

Por el contrario, el club vasco ha apostado más fuerte por su filial y el entrenador del primer equipo rojiblanco, Marcelino García Toral, incluso prescindió de los canteranos en la jornada de la Liga que se disputó en mitad de esta semana para que la plantilla del filial preparase a conciencia el duelo contra los célticos. El Barcelona, cuyo segundo equipo también disputará este play-off de ascenso en Extremadura, se ha decantado por una fórmula mixta: Koeman prescinde del defensa central Óscar Mingueza para la cita con el Celta, pero contará para la cita del Camp Nou con el centrocampista Ilaix Moriba, ante la baja por sanción de Frenkie de Jong.

El Celta también ha apostado por una fórmula mixta en un momento en el que los intereses del primer equipo y de su filial vuelven a cruzarse esta temporada. Y en medio aparecen varios jugadores de la segunda plantilla a los que han reclamado en la primera para completar la convocatoria: el portero Patrick Sequeira, el defensa Carlos Domínguez y el centrocampista Jordan Holsgrove, son habituales últimamente con Coudet. La prioridad corresponde al equipo de Primera División, pero en esta ocasión se da la circunstancia de que el Celta B afronta la primera final de la fase de ascenso a Segunda A.

Eduardo Coudet siempre ha dejado claro que la preferencia corresponde al primera equipo del Celta en la elección de quién va convocado del filial. Aunque al Celta B le espera uno de los partidos más importantes de su historia y al primer equipo apenas le quedan opciones de alcanzar al Villarreal o al Betis –suman cinco puntos más que los célticos a falta de dos jornadas– para disputarles una plaza europea, Coudet reclamaba su derecho a elegir. El argentino se muestra convencido de que su equipo puede ganar al Barcelona y mantener abierta la puerta de Europa hasta la última jornada, en la que se enfrentará al Betis en Balaídos.

El club ha intentado mediar en busca de un equilibrio, en el que ambos entrenadores se viesen obligados a perder alguna pieza pero que ninguno de ellos saliese más afectado que el otro por las bajas en un momento clave de la temporada. De ahí que ayer no se ofreciese a la prensa la relación de los convocados por Onésimo Sánchez para viajar a la localidad extremeña de Villanueva de la Serena, donde el Celta B se enfrenta mañana al Athletic Club B, a partir de las 20:15 horas. El filial céltico tiene previsto entrenar hoy en el mismo escenario del partido en el que se jugará el pase al duelo definitivo por una plaza en la categoría de plata.

Es segura la ausencia en Extremadura de Carlos Domínguez, al que Coudet reclamó ante las bajas de Murillo, por lesión, y de Fontán, por coronavirus. El técnico argentino recupera para el Camp Nou a Araújo, que puede volver a la titularidad junto a Aidoo, pero quiere un central en el banquillo. También es probable que cite a Patrick Sequeira, el portero titular del filial, por si Iván Villar sufre algún percance. En la lista del primer equipo no entrará en esta ocasión el mediocentro escocés Jordan Holsgrove, a pesar de que la lesión de Tapia ha dejado a Beltrán como único pivote específico de la primera plantilla del Celta, que para la penúltima cita del curso recupera a Ferreyra.

Coudet dispone en estos momentos de 16 jugadores de la primera plantilla, a los que se sumarán posiblemente Sequeira y Domínguez y algún juvenil, como en la pasada convocatoria ante el Getafe. Esta vez, el Celta se ha visto obligado a realizar equilibrios con sus dos primeras plantillas para afrontar dos ambiciosos objetivos: pelear por una plaza europea y por el ascenso a Segunda División A.

El Celta confirma que habrá público ante el Betis

El Celta confirma que sus abonados volverán a las gradas de Balaídos en la última jornada de la Liga, en el partido previsto para el domingo 23 de mayo ante el Betis. Se habilitarán un máximo de cinco mil butacas, aunque esta cifra se puede ver reducida a causa de las obras que se están realizando en las gradas de Marcador, Fondo y Río Bajo, según confirmó ayer el conjunto vigués en un comunicado. El Celta ya ha solicitado al Ayuntamiento de Vigo la utilización de esas tres gradas para el último encuentro de Liga con el fin de dar cabida al mayor número de abonados posible. El 50 por ciento de las entradas para este partido se otorgarán por orden de antigüedad de los carnets y la otra mitad con preferencia para los socios del Celta que en la pasada campaña optaron por el monedero digital, realizaron una donación a la Fundación Celta o renunciaron a la devolución del importe de los partidos que se jugaron sin público a partir de marzo debido a la pandemia del coronavirus. Si tras este reparto quedan entradas disponibles, se sortearán entre el resto de los abonados que hayan cursado la solicitud a través de la página web del club. El número definitivo de asistentes al partido del Celta-Betis, que nunca sobrepasará los cinco mil, dependerá del número de solicitudes y del número de asientos disponibles debido a las obras de construcción en Marcador y Fondo (cerradas) y en Río Bajo (modificación de asientos).