La contratación de Franco Cervi en la última ventana de fichajes fue casi una obsesión para Eduardo, el Chacho, Coudet, que veía en el argentino, al que ya había dirigido con notable éxito en Rosario Central, como una solución de calado para el pobre fondo de armario del Celta. El club celeste se lanzó a por el argentino y tenía prácticamente cerrado un acuerdo con el Benfica para que Cervi llegase cedido a Balaídos con una cláusula de compra obligatoria en junio.
Para el futbolista, la llamada de Coudet fue una tabla de salvación en un momento de ostracismo en la liga portuguesa y la puerta de entrada a la poderosa Liga española de la mano de un técnico que lo conocía y valoraba. Así que ni se lo pensó y presionó para forzar su salida. El Benfica tampoco veía con malos ojos obtener liquidez por un jugador que apenas entraba en sus planes, de modo que inicialmente tampoco puso impedimentos.
Con todo prácticamente arreglado, las cosas se torcieron a última hora por culpa de una epidemia de Covid-19 que dejó en cuadro a la plantilla del Benfica en vísperas del derbi lisboeta frente al Sporting de Portugal. A pesar de tratarse de un problema coyuntural, con bajas de poca duración, el técnico de As Aguias vetó la salida de Cervi (al que llegó incluso a utilizar como lateral izquierdo) y la buena respuesta del jugador, que venía de anotar un gran gol en Copa ante Os Belenenses acabó de sellar su destino.
El director deportivo del Celta, Felipe Miñambres, explicó así lo ocurrido: “Las circunstancias fueron cambiando a lo largo del mes por la pandemia. No era un jugador que contase en el Benfica, pero por todos los casos de Covid-19 acabó jugando hasta de lateral izquierdo, lo hizo bien y eso lo complicó”.
“La salida era factible, querían que saliera, y luego eso cambió. Lo intentamos hasta el último minuto, pero no pudo ser porque las circunstancias nos perjudicaron en el último mes”, precisó.
Miñambres: "Las circunstancias nos perjudicaron en el último mes"
La realidad confirmó, sin embargo, que el papel del Cervi con el Benfica no ha pasado de residual. Jugó solo tres compromisos ligueros como titular, el último día de mercado contra el Sporting de Portugal y los dos primeros partidos del mes de febrero contra el Vitoria de Guimaraes y el Famalicao, pero a medida que el conjunto lisboeta ha ido recuperando efectivos ha desaparecido de las alineaciones de Jorge Jesús, que lo hizo calentar banquillo ante el Moirense y tan solo lo utilizó 14 minutos en el último compromiso liguero ante el Farense.
Tampoco en la Taça de Portugal, una competición que suele dar oportunidades a los suplentes ha tenido protagonismo Cervi. Tras ser decisivo en cuartos de final ante Os Belenenses, Jorge Jesús solo le dio 9 minutos en la ida de semifinales contra Estoril Praia. Si la participación del extremo en la copa portuguesa, su protagonismo en la Europa League ha sido irrelevante, ya que no ha jugado un solo minuto en cuartos de final contra el Arsenal.
Veintitrés minutos en total en los últimos cinco partidos entre Liga Nos, Taça de Portugal y UEFA Europa League. Dentro de unos meses el plan volverña a reactivarse porque el Celta sigue con Cervi en la cabeza y el argentino mantiene su intención de ponerse a las órdenes de Coudet.
