Un récord infranqueable de refuerzos

La ventana de enero volvió a abrirse para que el Celta reforzase una plantilla que había quedado pendiente de retoques cuando comenzó la temporada. Desde que ascendió a la máxima categoría por última vez, el conjunto vigués ha sido fiel a esta cita de invierno, en la que se modifica la foto oficial de la plantilla. Y en este 2021, el club que preside Carlos Mouriño llegó con ánimos de establecer su récord de incorporaciones, pero se quedó sin premio en el último instante por la negativa del Benfica a traspasar a Franco Cervi. Al final, cerró tres incorporaciones para lo que resta de curso (Aarón Martín, Augusto Solari y Facundo Ferreyra), el mismo número que en los dos años anteriores y en 2013. En ese año de su retorno a la máxima categoría, como ahora, priorizó la llegada de atacantes sobre la de defensas.

Hace ocho año, el club incorporó al central Demidov y a los atacantes Pranjic y Orellana. Los dos primeros tuvieron un efímero paso por Vigo. El chileno logró arraigarse en la ciudad y se convirtió en uno de los mejores socios de Aspas. Con Nolito, formaron una de las mejores líneas de ataque que se recuerda en Balaídos.

En los siguientes años, ya sin los agobios clasificatorios del regreso a la élite, el Celta redujo su presencia en el mercado invernal de fichajes. En el de 2014 acudió para hacerse con el zaguero Íñigo López y el delantero Welliton, uno de los mayores fracasos de los últimos tiempos,

En la primera temporada de Berizzo, el club le proporcionó al argentino un Theo Bongonda con una gran proyección pero que no acabó de cuajar en el proyecto. El belga fue el único refuerzo de 2015.

En enero del siguiente año, el Celta apostó con fuerza por Claudio Beauvue y por Marcelo Díaz. El chileno era presentado como recambio de Augusto Fernández, que acababa de marcharse al Atlético de Madrid. El ‘Chelo’ abandonó Europa meses después y acabaría triunfando en Racing Club con Coudet. Las lesiones acabaron con las expectativas del atacante galo.

El club rebajó el cartel de los refuerzos de enero de 2017, en el que llegaron a Vigo Jozabed Sánchez y Hjulsager. El andaluz tuvo momentos importantes y continúa perteneciendo al Celta, aunque al jugador le gustaría seguir en Málaga.

Menos acierto tuvieron los célticos con Mazan y con Boyé, que contaron muy poco para el entrenador. El joven eslovaco incluso inició un peregrinaje de cesiones hasta desvincularse del equipo vigués.

En 2019 se inició el trienio en el que el club buscó tres refuerzos en mitad de cada temporada. Esta etapa arrancó hace tres años con las incorporaciones de Hoedt, Olaza y Boudebouz. Solo el lateral izquierdo uruguayo tuvo mayor recorrido, hasta que hace unos días cambió Vigo por Valladolid.

El curso pasado, el club apostó fuerte para contar con Murillo, Smolov y Bradaric, que dejaron buena impresión, en general. Es más, el central colombiano prolongó su cesión para esta temporada, en la que el Celta ha incorporado al lateral Aarón Martín, al centrocampista Augusto Solari y al delantero Facundo Ferreyra. Cervi se quedó en Lisboa. El Benfica se resarcía así de la negativa del Celta a venderle a Borja Oubiña en 2007.