"Ver que la gente viaja, que va a Butarque y ahora a San Mamés es bonito porque compruebas que te siguen, que te animan, que no te dejan solo; y esperamos poder regalarles la victoria", señalaba esta semana Brais Méndez a este diario al destacar el papel fundamental de la afición del Celta en el intento por sellar la permanencia. Más de quinientos aficionados del equipo vigués estarán hoy en Bilbao animando a los de Escribá. Este desplazamiento a tierras vascas lo inició ayer la peña Le-Chuzas Celestes, que a las cinco de la madrugada se subieron más de una docena de sus miembros al autobús oficial del Celta para recorrer los más de setecientos kilómetros que separan Vigo de Bilbao. El grueso de la expedición celeste partía a las seis de esta mañana desde Balaídos en los autobuses fletados por el club. En la capital vasca se unirán quienes viajaron en vehículos particulares. Allí les esperan los compañeros de la peña Zeru Urdin, que ejerce como anfitriones.

El horario del partido no ayudó a que el celtismo agotase las 575 entradas disponibles para San Mamés, como reconocía el presidente de la federación de peñas del Celta, José Méndez. Sin embargo, más de quinientos celtistas acompañarán al equipo de Escribá en un partido trascendental para sellar la permanencia en Primera.

Los Le-Chuzas Celestes abrieron ayer la ruta celeste hacia Bilbao, por León y Burgos, mientras que los de Nasa Celeste lo hicieron por la Transcantábrica. Al caer la noche, el barrio viejo bilbaíno se cubrió se sonidos de gaita. El celtismo está de nuevo en acción, con la ilusión de la permanencia.