No pudo el Celta conectar su tercer triunfo consecutivo frente al correoso Leganés, pero el equipo de Cardoso despidió el año en Balaídos regalando a su gente un punto de gran sabor y buen juego. Solo la gran actuación de Cuéllar, el portero pepinero, y la numantina resistencia de un adversario muy bien organizado, que acabó colgado del palo, impidieron al Celta dormir en puestos europeos. El punto confirma la mejoría que el equipo ha experimentado de la mano de Cardoso, que ha tomado los mandos para reconducir la situación con un plan de juego reconocible y una apuesta decidida por la pelota. Tras meses sin rumbo, el Celta tiene un entrenador al timón de la nave.
variante táctica
Una vieja norma no escrita del fútbol establece que no se modifica lo que funciona y a ella se ha aferrado Miguel Cardoso, que desplegó frente al Leganés el mismo once que doblegó en los dos últimos partidos al Villarreal y el Huesca. A la espera de la incorporación a la dinámica de grupo de nuevos elementos -Lobotka entró en la convocatoria tras mes y medio lesionado y en enero se espera el regreso de Jensen-, el preparador luso ha decidido apostar por un equipo tipo sensiblemente diferente al de Antonio Mohamed, que puede recitarse ya de carrerilla.
Acaso para contrarrestar el blindaje defensivo del rival, que formó con defensa de cinco, el técnico céltico introdujo ante los pepineros una variante táctica, incrustando a Okay en eje de la zaga, entre Araújo y Costas, para intentar explotar el juego exterior dando a Mallo y Juncá libertad de movimientos para progresar por los flancos y centrar balones al área. No se le escapa a Cardoso que el Celta es uno de los equipos de la Liga que menos centros laterales necesita para marcar, pero seguramente consideró que ésta era también una eficaz estrategia para superar la tupida red que el rival tejió en su campo, a la espera de robar un balón y profundizar en largo para salir disparado a la contra.
La apuesta del estratega luso permitió al Celta gobernar la pelota y generar mucho más caudal de juego que su adversario, pero no mejores oportunidades de gol.
Rubén detuvo con autoridad un peligroso disparo a En Nesyri en un fuera de juego mal tirado al inicio del choque y Bustinza se aproximó al gol enviando fuera por centímetros un centro desde la derecha en un libre indirecto. Antes de adueñarse del partido en el segundo tiempo, el Celta pudo anotar en un centro desde la derecha de Mallo que Maxi cabeceó lejos de la portería de Cuéllar. Fue sin embargo Boufal, tras una virguería en el área, el que más se acercó al primero, pero cayó antes de rematar entre una maraña de rivales. Munuera Montero no apreció penalti y su decisión fue confirmada por el VAR.
rubén se enmienda
El duelo frente a los pepineros era especialmente importante para Rubén Blanco tras el error por exceso de confianza que a punto estuvo de comprometer el triunfo del Celta en el Estadio de la Cerámica. El mosense apretó anoche los dientes y evitó que el Leganés se pusiese por delante al inicio del segundo tiempo salvando con una gran intervención un mano a mano con En Nesyri.
brais tira del carro
El dominio celeste se intensificó tras el intervalo, a pesar del grosero error -un globo que le cayó al delantero pepinero en el cogollo del área- que dejó a Rubén en precario. A falta de Aspas, que apareció de modo intermitente sin conseguir posiciones claras de remate, fue de nuevo Brais Méndez el encargado de tirar del carro. El mosense, que oposita claramente a convertirse en el mejor de este mes, ha asumido con enorme naturalidad el incremento en su cuota de responsabilidad en el ataque celeste, que ayer volvió a liderar de forma clara. Las mayores amenazas contra el portal de Cuéllar partieron de sus botas en un segundo tiempo en el que el Celta monopolizó la pelota, pero sin el filo suficiente como para sorprender a la atenta e hiperpoblada defensa pepinera.
cerco a cuéllar
Los últimos 20 minutos de partido fueron una operación de acoso y derribo a Cuéllar con el Leganés cercado en torno a su portero. Después de que Maxi estrellase con un formidable testarazo en la madera un buen centro de Juncà, el gol del Celta parecía solo cuestión de tiempo. Dueño y señor del partido, las ocasiones se sucedieron en el portal del desbordado conjunto de Pellegrino, que tuvo que multiplicarse para conjurar el peligro. Brais puso a prueba los excelentes reflejos del cancerbero pepinero y Sisto y Beltrán, que suplieron tras el intervalo a Boufal y Jozabed, cortejaron también el triunfo; el danés con un tiro largo que hizo lucirse a Cuéllar y el madrileño con un disparo cruzado tras balón rebotado en el área.
Con el Celta volcado, el Leganés apenas sí pudo replicar a la contra, pero definió mal en la finalización o fue eficientemente interceptado por la defensa. El equipo madrileño salió, de hecho, vivo de Balaídos gracias a un guiño de la fortuna y a la imponente actuación de su portero, que puso la guinda a una gran noche con una parada imposible a un disparo de Brais a bocajarro.
