Nuevos tiempos esperan al Celta con Antonio Mohamed al frente del banquillo del equipo celeste. La llegada a Vigo del entrenador argentino supondrá una pequeña revolución en la plantilla céltica, donde se espera la renovación de un tercio del grupo que manejó Unzué el curso pasado. El presidente Carlos Mouriño apuntaba el jueves pasado su deseo de poder mantener el bloque principal de futbolistas, a pesar de las continuas noticias sobre posibles intereses de otros clubes por las piezas más codiciadas del plantel céltico.

De los 28 futbolistas que cuentan actualmente con contrato del primer equipo vigués, la mitad tiene aseguro un dorsal para la próxima temporada. A esos catorce se añadirán los 4 o 5 fichajes que plantea el club, alguno de los cedidos y varios de los jugadores que no entran en la lista inicial pero que les resta un año de contrato. Mohamed quiere manejar una plantilla corta, de unos 20 efectivos, por lo que la relación de descartes y cesiones puede ser amplia.

Mouriño ya desveló que el club cuenta con los tres porteros: Sergio Álvarez, Rubén Blanco e Iván Villar. Éste regresa de su cesión en el Levante y competirá en las mismas condiciones con los otros dos canteranos. Es posible que uno de los tres no encuentre acomodo en la plantilla antes del inicio de LaLiga.

La defensa se convertirá en la línea que mayor renovación sufrirá durante este verano. Ahora mismo son fijos cuatro jugadores: los laterales Hugo Mallo y David Juncá (procedente del Eibar) y los centrales Facundo Roncaglia y Augusto Cabral. A éste último le resta un año de contrato. Tenía una oferta del Levante, pero la elección para el banquillo de su compatriota Mohamed le ha animado a seguir una temporada más en Vigo.

El nuevo entrenador no cuenta con Andreu Fontás y el club espera traspasar a Jonny Otto. El canterano ha mostrado su interés por cerrar su etapa en el Celta y el Atlético de Madrid presentó una oferta económica por él que no ha sido aceptada en A Sede de Príncipe, a pesar de reconocer Mouriño que se aproximaba a lo solicitado por el club celeste por el lateral vigués. Sergi Gómez, que no quiso renovar su contrato, maneja varias opciones en España y en Inglaterra y los dirigentes célticos esperan que se concretice alguna de ellas. El eslovaco Mazan es posible que se vaya a préstamo. David Costas, cedido al Barcelona B, tendrá que ganarse la confianza del nuevo técnico en la pretemporada. Álvaro Lemos, tras su cesión en Lugo, tampoco parece contar para el futuro próximo en Balaídos.

El centro del campo del Celta para el curso que viene girará en torno a jugadores como Lobotka, el Tucu Hernández y Brais Méndez. Radoja es un caso parecido al de Sergi Gómez, pues tampoco quiso renovar el contrato que concluye en 2019. Wass, al que le resta un año de compromiso con el Celta, ya anunció públicamente que se marchaba, aunque en Vigo siguen a la espera de una oferta económica por el danés. A Jozabed Sánchez se le busca equipo, pues no entra en los planes de Mohamed. El sevillano podría volver al Rayo Vallecano, que busca refuerzos tras cerrar el ascenso a la máxima categoría. El canterano Borja Fernández (cedido al Reus) cuenta con pocas opciones de quedarse en Vigo.

En ataque, el Celta confiará en el tridente titular del curso pasado y que ahora prepara el Mundial de Rusia: Iago Aspas, Maxi Gómez y Pione Sisto. A ellos se suma Emre Mor, al que el club confía en recuperar después de protagonizar un año irregular y polémico por sus problemas de indisciplina que llevaron a Unzué a apartarlo del equipo. Mohamed ya ha señalado que quiere al turco-danés como mediapunta, formando pareja con Aspas. A este cuarteto podría unirse Borja Iglesias, que ha triunfado en el Zaragoza y se resiste a renovar el contrato que finaliza en 2019 porque se lo rifan muchos equipos: Girona, Alavés, Betis, Levante, Espanyol, Leganés, Eibar, Celtic, Swansea y Brentford. Entre Beauvue, Hjulsager y Bongonda, solo el primero parece tener alguna posibilidad de regresar a Vigo.