Matices celestes en los derbis de Pekín. Son las urdimbres del fútbol. Si finalmente se concreta el traspaso de Maxi Gómez al Beijing Guoan, como parece, el ariete charrúa tendrá de rivales en los duelos ciudadanos a hombres de corazón céltico: Edu y Borja Domínguez, miembros del cuerpo técnico del Beijing Renhe. Aunque Maxi habrá de pelear duro por entrar en cada convocatoria. Las autoridades chinas están añadiéndole cada vez más peajes a los fichajes extranjeros.
Edu Domínguez, eterno preparador físico del Celta con Castro Santos, Irureta, Víctor Fernández, Lotina, Moncho Carnero y Rafa Sáez, formó después sociedad con Lotina (Espanyol, Deportivo, Real Sociedad) y Karpin (Spartak, Mallorca) en diversas aventuras. Luis García ya se lo había llevado al Baniyas de Abu Dabi y lo ha enrolado en la última: en junio se hicieron cargo del Beijing Renhe y en octubre culminaban la tarea logrando el ascenso a Superliga. García y Domínguez, que reclamó a su hijo Borja como fisioterapeuta y recuperador, han renovado su compromiso con el Renhe durante una temporada más. Lo dirigirán en la máxima categoría.
El Renhe es propiedad de una empresa con matriz en Hong Kong, que fundó el equipo en Shanghai y lo ha paseado por diversas urbes (Xi'an, Guizhou). En Pekín aún no tiene arraigo. Juega en un estadio alquilado, el Guiyang Olympic Sports Center, al que la pasada temporada acudían entre 7.000 y 12.000. Una historia muy diferente a la del Beijing Sinobo Guoan, club radicado desde su nacimiento en Pekín que participó en 1992 en la fundación de la primera competición profesional china. Es una entidad poderosa, con una notable masa social que acude a su Estadio de los Trabajadores. "El campo está en el centro de Beijing. Es bueno, grande y va bastante gente", relata Edu Domínguez.
Los logros deportivos, sin embargo, no se corresponden con la magnitud y la ambición del Guoan. Conquistó su único título liguero en 2009 (también ganó las copas de 1996, 1997 y 2003). "Es un equipo de los que siempre aspiran a estar entre los tres o cuatro primeros. El tema es que en estos últimos años no lo ha conseguido", explica Edu Domínguez. "Lo entrenó Gregorio Manzano, que tuvo buenos resultados". Bajo la batuta fueron subcampeones en 2014 y cuartos en 2015. Tras su marcha entraron en crisis. Zaccheroni, Xie Feng y José González, que había sido ayudante de Manzano, no lograron enderezar el proyecto. A González lo destituyeron en junio. Tampoco el alemán Roger Schmidt, ex del Leverkusen, ha sido capaz de superar una novena posición final, insuficiente para saciar a los dirigentes. "Para ellos ha sido un fracaso no meterse la Champions League asiática, que disputan los tres primeros y el campeón de Copa", certifica Domínguez.
Así que el Beijing Guoan se ha lanzado a reestructurar su plantilla de cara a la Superliga de 2018. Los clubes chinos ya están efectuando operaciones, aunque su ventana invernal de fichajes, que para ellos es la principal, estará abierta entre el 17 de enero y el 26 de febrero. La competición no se iniciará hasta comienzos o mediados de marzo. Los gestores trabajan con tiempo. Los equipos iniciarán una larga pretemporada entre la última semana de diciembre y la primera de enero.
El capítulo de extranjeros tiene una especial importancia, pero ciertos cambios en la reglamentación han limitado la maniobrabilidad de las entidades. El Gobierno chino quiere encauzar la explosión futbolística que disparó presupuestos y fichas, llenando el torneo de veteranos en busca de jubilaciones doradas. Ha articulado varias medidas proteccionistas: aplicación de mayores impuestos a los traspasos, los porteros deben ser chinos, obligación de que haya al menos un sub 23 siempre en la cancha... Pocos antes de que comenzase la pasada Liga se redujo además el número de jugadores foráneos a cuatro. Y solo tres pueden figurar en las convocatorias. El entrenador debe excluir a uno por sistema en cada partido. "Muchos equipos tenían cinco extranjeros, algunos con contratos tremendos, y tuvieron que buscarles cesiones en Europa a toda prisa", recuerda Domínguez.
El Beijing Guoan ha renovado al centrocampista internacional brasileño Renato Augusto y se ha desprendido de su compatriota Ralf. Renato y el español Jonathan Soriano son ahora mismo sus únicos extranjeros. La dirección deportiva ha elegido a Maxi Gómez y Lucas Moura, el extremo del PSG, como sus refuerzos ideales. Maxi comunicó hace diez días al Celta que aceptaba la mudanza. El club vigués, que ingresará 20 millones (4 de ellos le corresponden al Sporting Defensor) y otros 5 por dos amistosos, no dará por cerrada la operación hasta la firma de los documentos. Si todo se cierra, Maxi tendrá un sueldo de 4 millones de euros. Pero nadie le garantiza la titularidad -Soriano anotó 16 goles en 19 partidos- y sabe que en cada partido una de las cuatro estrellas estará en la grada.
