La mala suerte continúa persiguiendo tenazmente a Marcelo Díaz, que se ha dañado la rodilla derecha con la selección de Chile en un amistoso de preparación para la Copa Confederaciones que arranca el próximo día 17 en Rusia. El jugador del Celta, que inició el choque como titular, tuvo que ser sustituido por el también céltico Pablo Hernández después de sufrir una dura entrada del jugador de Burkina Fasso Ousmane Junior Sylla en el minuto 50 del encuentro amistoso disputado el pasado sábado en el estadio Nacional de Santiago de Chile.

El fuerte golpe recibido por Díaz en la rodilla izquierda a solo dos semanas del inicio de la Copa Confederaciones ha generado preocupación en el combinado que dirige Juan Antonio Pizzi quien, hoy por hoy, no sabe si podrá contar con uno de sus titulares para el primer partido del torneo, que Chile inicia frente a Camerún, el campeón de África, el próximo día 18 en el estadio del Spartak de Moscú. El centrocampista celeste tiene inflamada la rodilla izquierda y sufre dolores en la articulación, que podría estar dañada.

A la espera de que Díaz sea sometido a las correspondientes pruebas diagnósticas, los servicios médicos de la selección chilena prefieren no adelantar acontecimientos. "Lo iremos evaluando. Recibió un golpe bastante fuerte, pero hay que esperar para ver la evolución de la dolencia. Se le harán exámenes cuando se desinflame la zona afectada", señalaron los facultativos en declaraciones recogidas por el diario La Tercera.

Aunque el concurso de Marcelo Díaz en la próxima edición de la Copa Confederaciones está pendiente del resultado de las pruebas médicas, llueve sobre mojado en lo a la propensión a las lesiones del medio centro celeste se refiere. Díaz, de hecho, se había reincorporado a la selección de su país después de por otra lesión de rodilla, en este caso la derecha, que le pasó factura en el final de temporada del Celta.

Otra dura entrada, en este caso del valenciano Roberto Soldado en el partido de Liga disputado entre el conjunto celeste y el Villarreal a mediados del pasado mes de marzo, lo mantuvo cinco semanas alejado de los terrenos de juego y arruinó su final de temporada, tal como reconoció recientemente el propio futbolista, quien lamentó que la lesión le impidiese estar al nivel de sus compañeros en los encuentros decisivos del final de curso del Celta.

Era la segunda lesión de la temporada del internacional chileno, a quien un problema en el tendón de Aquiles obligó a perderse otros dos compromisos ligueros el pasado mes de noviembre.

En realidad, el paso de Marcelo Díaz por el Celta ha estado salpicado de lesiones. El propio jugador fue fichado del Hamburgo justo después de lesionarse en un partido contra el Ausburgo que aplazó cerca de un mes su debut con el conjunto celeste.

No mucho después, en el mes de marzo, el medio centro volvió a lesionarse -esta vez una rotura de fibras en el muslo derecho- durante un partido de clasificación para el próximo Mundial de Rusia contra Argentina y no pudo jugar el derbi frente al Deportivo en Riazor. Tras perderse también el siguiente encuentro, contra el Sporting de Gijón, Díaz reapareció frente al Betis sin sufrir ya más lesiones en esta temporada.

En la que acaba de concluir, el internacional chileno ha tenido mucho menos protagonismo del que se esperaba. Díaz ha disputado en la Liga la mitad de minutos que Pablo Hernández, Danioel Wass o Nemanja Radoja, sus competidores naturales, por un puesto en el medio campo céltico. Su pérdida de protagonismo ha llevado de hecho al Celta a poner al jugador en la lista de transferibles, con lo que existen bastantes posibilidades de que abandone el club este verano.