Hay ocasiones en las que el rastrillo en el que en ocasiones se convierte el mercado invernal cada temporada te depara importantes sorpresas. No es fácil encontrar en enero ese jugador que tape de forma exacta tus carencias o complemente al equipo tal y como ha imaginado el entrenador de turno. Conscientes de sus limitaciones (por la imposibilidad de conseguir futbolistas que estén teniendo un papel protagonista en sus equipos) en los últimos años el Celta lo ha utilizado más como un lugar donde acudir en busca de oportunidades de futuro. Sin pensar en el rendimiento a muy corto plazo. Bongonda o Hjulsager son ejemplos de ello.
Ese planteamiento lo ha roto sin embargo Jozabed Sánchez. Hacía tiempo que en el mercado invernal el Celta no encontraba un futbolista que proporcionase un rendimiento de forma instantánea y que haya cargado con tanto protagonismo desde que puso los pies en Vigo. En un momento en el que el equipo de Berizzo se había quedado huérfano de control y pase a la espalda de sus delanteros, sobre todo tras la salida de Orellana en dirección al Valencia. el futbolista del Fulham ha llenado ese vacío para convertirse sin ninguna duda en el futbolista número doce para el técnico argentino.
Un simple vistazo a sus números delatan ese papel. El domingo en Granada, donde abrió el camino hacia la victoria con un gol tras superar con enorme clase la salida del mexicano Ochoa después de recibir un gran pase de Claudio Beauvue, se vivió un nuevo episodio de ese protagonismo que disfruta desde que a mediados de enero se pusiese la camiseta del Celta por primera vez en la presentación en Balaídos
Haz click para ampliar el gráfico
Desde que el mediapunta llegó a Vigo, el Celta ha disputado 22 partidos y solo en tres de ellos el futbolista andaluz no llegó a disfrutar de un solo minuto. Esos tres encuentros se agrupan en sus tres primeras semanas en Vigo, cuando el Celta apuraba sus opciones de estar en la final de la Copa del Rey y él todavía inmerso en el periodo de adaptación que todo el mundo necesita a un nuevo medio. Pero contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, donde cuajó una gran primera parte, se inició una serie de dieciséis partidos en los que siempre ha tenido alguna participación.
Berizzo siempre le guarda un espacio de tiempo. En función del partido, del calendario o del rival Jozabed hace acto de presencia en el Celta. Ha sido titular en ocho de estos partidos y cuando no lo ha sido el técnico ha encontrado el momento o la razón para confiar en él. Jozabed, piernas ligeras y flacuchas, pero inagotable como un fondista le vale al entrenador para los partidos en los que busca ser más incisivo de cara a la portería contraria o en los que la idea es defenderse a través de la posesión y la seguridad en el pase que siempre proporciona con su buen criterio. El ex del Rayo Vallecano, cuando no entra en el once inicial, es uno de los futbolistas que le proporcionan a Berizzo justificación de sobra para hacerle saltar al terreno de juego. Ya sea media hora o unos pocos minutos. Se ha convertido en una constante que Jozabed tenga su oportunidad en algún tramo del partido.
Solo se ha quedado sin jugar en Copa del Rey ante el Real Madrid en el Bernabéu (era su primer partido convocado desde que se anunció su llegada) y los dos choques frente al Alavés. No se puede descartar que a estas horas Berizzo aún esté algo arrepentido de no haberle concedido ni un solo minuto durante la desgraciada semifinal ante el Alavés que apartó a los vigueses de la posibilidad de jugar la cuarta final de Copa de su historia. Quitando esos tres partidos, la mano de Jozabed siempre ha estado presente en el Celta.
Su aportación además cobra más importancia si consideramos su eficacia de cara a la portería contraria. En este tiempo ya ha marcado dos goles (uno al Osasuna en un cabezazo y el del domingo frente al Granada) y ha dado cuatro asistencias. Unos números considerables para un jugador recién llegado. Ha aumentado la capacidad de pase del equipo, su eficacia a balón parado (es uno de los responsables de los lanzamientos de saque de falta o de esquina) y ha hecho crecer los recursos de una plantilla coja en algunos aspectos.
El rendimiento de Jozabed alimenta el deseo de buena parte de la afición de que el club pueda quedarse con el futbolista en propiedad en el futuro. No es un proceso sencillo habida cuenta de que en el acuerdo de cesión con el Fulham se fijó una opción de compra por cinco millones de euros. Una cifra que en estos momentos el Celta no se plantea. Pero eso no quiere decir que en Plaza de España descarten la posibilidad de hacerse con la propiedad del futbolista. Hay tiempo para determinados movimientos. El club esperará a final de temporada para realizar un análisis más detallado de la situación en la que queda la plantilla y de sus necesidades. Y una vez hecha, comenzará el tira y afloja entre el Celta y los ingleses. Una película que tendrá su resolución en medio de los calores del verano. Mientras tanto, Jozabed no deja de dar razones para que ese interés crezca en los despachos del Celta y para que Berizzo se mantenga fiel cada día de partido a la premisa de reservarle un espacio para él. Jozabed Sánchez llegó de puntillas, pero no ha dejado de hacer ruido.
