No hace falta nombrarlo, por sus actos le reconoceréis. Esto es lo que viene ocurriendo diariamente en la ciudad del Lérez con su incombustible regidor municipal y su abnegado equipo de colaboradores, que actúan bajo la consigna del "si wuana". Este político de andar por casa que, muy lejos de compartir las obligaciones de su cargo con el conjunto de los pontevedreses, se limita a favorecer a aquellos que le "bailan el agua", en detrimento del resto. Ese resto que nos consideramos marginados en todo aquello que nos compete como fieles contribuyentes. Últimamente las protestas a su gestión han sido compartidas por grupos ciudadanos y barrios. Véase: Monteporreiro, Médico Ballina (ese parque infantil que no está ni se le espera), la calle Cordón (cuyo lamentable estado y falta de servicios ha sido denunciado en reiteradas ocasiones), Cerponzóns, funcionarios municipales, Policía Local, etc.

La gota que ha colmado el vaso de lo que yo considero una acción dictatorial, que no tiene cabida en los tiempos que vivimos, es la sentencia sobre la disponibilidad exigida a la Policía Local en las pasadas Navidades, en las que los agentes tenían que estar permanentemente localizados, para incorporarse al servicio de forma inmediata si así fueran requeridos.

La cosa no tendría la mayor gravedad si no fuera por los cerca de 100.000 euros que va a costar la broma, que debieran de pagar de su bolsillo el Sr. Lores y la Sra. Da Silva, únicos responsables de tal desaguisado. Políticos que se escudan en una supuesta honestidad, humillando a quienes representan, sin el mínimo reparo. A mí me enseñaron que un político mentiroso y malintencionado es más peligroso que una fiera salvaje, la fiera te hiere el cuerpo y el político daña tu mente y juega con tus sentimientos.