La llegada del calor extremo amenaza con romper récords de temperatura en toda Europa

El calor extremo sigue sin dar tregua en el viejo continente. Según advierten los servicios meteorológicos de toda Europa, julio está siendo mucho "más sofocante" y que, de seguir así, en las próximas semanas tendremos un aumento de los termómetros que podría dejar máximas muy por encima de los 40 grados y, en algunos casos, con registros cercanos a los 50 grados. En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte de que durante toda la segunda quincena de julio hasta bien entrado agosto se esperan temperaturas extremadamente cálidas para la época. Si los pronósticos se confirman, todo apunta a que en breves podríamos batir nuevos récords de temperatura en toda Europa. 

La previsión para las próximas semanas es la siguiente. La semana que viene, sobre todo entre el lunes y el miércoles, se espera que los termómetros españoles registren temperaturas mucho más cálidas de lo normal en el este y sur de la Península Ibérica, así como en los archipiélagos canarios y baleares. También se espera que el mercurio se mantenga por encima de lo habitual para esta época del año durante la última semana de julio y la primera de agosto. Las únicas zonas que, por ahora, parece que se salvarán un poco de esta nueva oleada de calor extremo podrían ser el tercio norte (durante la semana que viene) y el tercio occidental (durante la última semana de julio).

Julio de récord

Hace ya semanas que los territorios europeos, especialmente los de la cuenca mediterránea, registran temperaturas muy por encima de lo normal para esta época. La OrganizaciMeteorológicaica Mundial advirtió que la primera semana de julio fue "la más calurosa jamás registrada" en el conjunto del planeta. Durante esos días se observó un incremento vertiginoso de la temperatura ambiente (es decir, la del aire), así como "un aumento de las temperaturas superficiales del mar sin precedentes" y una reducción récord de la extensión del hielo marino ártico. 

La segunda semana de julio también ha sido extremadamente cálida para el hemisferio norte del planeta y, en especial, para Europa. Entre los días 9 y 10 de junio, los satélites europeos del programa Copernicus registraron cómo la superficie terrestre alcanzaba temperaturas extremadamente cálidas. En Italia, el suelo de ciudades como Roma, Nápoles o Foggia estuvo por encima de los 45 °C. En España, en metrópolis como Madrid y Sevilla se alcanzaron temperaturas de entre 46 y 47 °C.

En la segunda semana de julio la temperatura del suelo europeo llegó a superar los 47 °C

Las altas temperaturas de estos días, de la misma manera que ocurrió el año pasado, han creado escenas inéditas en toda Europa. En Holanda, por ejemplo, el calor extremo ha derretido el asfalto. Las autoridades incluso han tenido que cerrar algunos tramos de sus autopistas debido a este fenómeno. En Francia, el aumento de los termómetros ha obligado a cerrar centrales nucleares. En el municipio portugués de Setubal, cerca de Lisboa, el consistorio ha pedido a los ciudadanos "evitar las actividades al aire libre" y, en general, a refugiarse del calor extremo. 

Más calor extremo

Todo apunta a que en las próximas semanas Europa podría vivir nuevas oleadas de calor extremo. Si los pronósticos se confirman, incluso se podrían batir nuevos récords de temperaturas máximas en el continente. Hasta ahora, la cifra más alta jamás registrada por los termómetros europeos fueron los 48,8 °C que se vivieron en la localidad siciliana de Floridia (Italia) el 11 de agosto de 2021. En aquel entonces, según recogieron varios medios locales, el calor fue tan extremo que los caracoles que habitaban en aquel bucólico municipio murieron calcinados sobre el asfalto. En España, la máxima más alta jamás registrada se dio el 14 de agosto de 2021 en Córdoba, cuando los termómetros alcanzaron los 47,°C. 

En las próximas semanas se podrían batir nuevos récords de temperatura máxima en Europa

El calor extremo de este verano y la previsión de cara a las próximas semanas coinciden de lleno con los pronósticos estacionales. A principios de la temporada, de hecho, la previsión estacional ya advirtió a que nos enfrentábamos a un verano más caluroso y más lluvioso de lo normal en todo el continente europeo, sobre todo en los países del arco mediterráneo. Asimismo, los servicios meteorológicos de todo el continente alertaron de que entre los meses de junio y septiembre íbamos a registrar temperaturas por encima de lo habitual incluso para una época en la que, de por sí, ya suele hacer calor.

Pero más allá del calor de las últimas semanas, hay algo que preocupa aún más a los expertos. La llegada del El niño (un fenómeno cíclico que se origina en las aguas del Pacífico) amenaza con aumentar todavía más las temperaturas globales. Los meteorólogos de Naciones Unidas, de hecho, pronostican que este año podría cerrarse como uno de los más cálidos desde que existen registros justamente por el avance de este fenómeno. En España, este ciclo climático también augura un aumento drástico de los termómetros y, además, un cambio en el ciclo de lluvias.