La historia comienza entrando un perro por la puerta de una clínica veterinaria dando pena. No llegó aquí por casualidad; fue una decisión tomada a la desesperada para continuar sobreviviendo en las calles. Es el único futuro al que podría aspirar consciente el can de que si nadie se había fijado nunca en él por qué iba hacerlo ahora, cojo y hambriento.
Porque después de que el vídeo se viera en la pequeña pantalla de millones de brasileños se da por seguro que el perro protagonista de esta historia no tiene dueño, y que no tenía por refugio más que cualquier rincón callejero donde topase algo que llevarse a la boca.
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la clínica ubicada en Juazeiro do Norte del estado brasileño de Ceará son conmovedoras. Se ve cómo el animal se acerca a la puerta cojeando. Luego se coloca casi en medio de la puerta mirando hacia los clientes que se encuentran en el interior del establecimiento. Así se queda durante un rato hasta que se decide a entrar.
El gesto que llamó la atención
Con mucha dificultad consigue sentarse justo frente al mostrador de la clínica donde dos veterinarios charlan sin darse cuenta de la entrada del animal. Por un momento parece que el perro quisiera quedarse en esa pose pasiva hasta que alguien se diera cuenta de su pesar, pero tarda poco en dar el siguiente paso. Como presa de la impaciencia que infunde el dolor, comienza a estirar la pata izquierda. Y no le hizo falta más que ese gesto para llamar la atención que buscaba
Ante las televisiones locales, Silva, una de las veterinarias del centro, declaró que antes de que apareciese dentro del local había observado a través de las cámaras al perro tirado debajo de un árbol. Sobre el diagnóstico aseguró que el can tenía ensangrentada su área genital y una clavo incrustado en una de las uñas, dolencias “comunes en los perros callejeros”.
Para el animal este será el principio de una nueva vida. Después de 30 días hospitalizados todo apunta a que al finalizar la curación le estará esperando una familia adoptiva.
