Comienza (y bien) la campaña de la mejilla

Los bateeiros gallegos no quieren perder ni un minuto

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Cinco meses tienen por delante los bateeiros gallegos para recoger la mejilla que necesitan encordar en sus viveros flotantes.

Cinco y los que pueda añadir la Consellería do Mar, ya que si las adversidades meteorológicas del invierno dificultan la extracción, o si la semilla escasea o está débil, cuando llegue el momento se autorizarán diferentes prórrogas, como cada año.

En principio, nada parece indicar que vaya a ser así, ya que la jornada inaugural de la campaña, la de hoy, registró una mayor afluencia de bateeiros de lo que suele ser habitual en el arranque de este tipo de recolecciones.

Mal año

Esto se debe a que 2023 está siendo un mal año para el mejillón, con un producto de calidad reducida y escaso.

De ahí que muchas de las 3.300 bateas gallegas estén vacías, lo cual es tanto como decir que necesitan encordar la cría cuanto antes para encauzar el siguiente ciclo de cultivo.

De ahí que muchos quisieran acudir a las piedras desde el primer momento, en lugar de esperar a próxima “secas”, y esta misma madrugada se pusieron en marcha, por mar y carretera.

Cría de calidad

Y los que esta mañana se encaramaron a las rocas atlánticas para “rasparlas” y recoger la mejilla, no solo se encontraron con facilidades, dado lo propicio del tiempo reinante, sino también con alevines de alta calidad, lo cual parece garantizar una buena fijación a las cuerdas.

En definitiva, que los mejilloneros se disponen a recoger alrededor de 3.500 kilos de mejilla para cada vivero, lo que se traduce en aproximadamente 11 millones de kilogramos de esa preciada semilla que tanta polémica generó en el pasado.

Principales zonas

A Guarda, Aguiño (Ribeira), Monte Louro, Carnota, Baiona, Cangas, A Coruña o Fisterra son algunas de las zonas que parecen acaparar todas las miradas del sector en este arranque de campaña. Es, a priori, donde van a encontrar la mejor semilla.

A la espera de acontecimientos, los bateeiros consultados a mediodía indicaban que desean afrontar esta recolección “con tranquilidad y sin sobresaltos”.

Tienen la esperanza de que no se repitan los problemas del pasado y de que “nos dejen trabajar como hicimos históricamente, ya que sin mejilla, no hay mejillón”, proclaman.