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El próximo alcalde declara la guerra a la pirotecnia

Xoán Castaño tiene claro por dónde empezar

El próximo alcalde declara la guerra a la pirotecnia

Xoán Xosé Castaño Conde no solo ganó las elecciones municipales en Catoira, sino que arrasó en las urnas. Y no solo eso, sino que logró una histórica mayoría absoluta, frenó el efecto Iván Caamaño (PP) y tumbó en la lona, puede que para siempre, al alcalde socialista Alberto García.

El líder del BNG y su equipo consiguieron nada menos que seis actas en una Corporación de once en la que se ha registrado en el último mandato una escalada de tensión política que se ha extendido por toda la localidad.

Pasar página

De ahí que, preguntado a este respecto, y sabedor de la crispación existente en el municipio a causa de la política, Xoán Castaño apueste por pasar página y pensar en el futuro desde la unidad.

Se compromete a ello, y para lograrlo garantiza que va a gobernar “pensando en todos” y luchando “para que la división generada por la política entre los vecinos se olvide ya de una vez por todas”.

“Acabaré con esta etapa de confrontación porque la gente de Catoira votó y dejó claro que quiere que pasemos página y trabajemos sin mirar atrás, con la mirada puesta en el futuro y el progreso”, proclama el próximo alcalde nacionalista del municipio vikingo.

Alberto García en Dimo, el día de la votación.

Y no es el único compromiso que adquiere, sino que garantiza que una de las primeras cosas que hará, en cuanto tome posesión, será reunirse con la subdelegada del Gobierno, “porque vamos a hacer todo lo que sea necesario para que la tropelía de Coaxe no vaya adelante”.

Repulsa social

Se refiere a la instalación de una pirotecnia en el lugar; uno de los asuntos más espinosos del mandato y motivo de lucha y repulsa tanto social como política.

El BNG hizo de esa repulsa a la pirotecnia una de sus banderas electorales, y ahora Castaño garantiza que cumplirá lo prometido a los vecinos de Coaxe y todo el pueblo, “porque quiero que vivan sin miedo a una explosión y puedan pasear por la aldea y el monte con tranquilidad”.

Una vez ratificado este “firme compromiso”, Xoán Xosé Castaño abunda en el balance positivo del resultado electoral del que ya se hablaba ayer.

La celebración de la victoria nacionalista.

Y lo hace diciendo que “es un orgullo y una enorme responsabilidad para nosotros, que ante un apoyo tan inmenso de los ciudadanos solo podemos responder trabajando para todos los vecinos porque, como siempre hemos dicho y repetimos en campaña, lo primero es la gente”.

Sin distinciones

Lo cual lo lleva a insistir en que “hay que gobernar sin hacer distinción de ningún tipo, olvidándose de las ideologías y trabajando como lo hicimos en ese año de gobierno que tuvimos”, después de las elecciones de 2019 y antes de que PSOE y PP lo obligaran a regresar a la oposición.

La fiesta organizada tras la victoria del BNG.

Fue un breve periodo, “pero lo aprovechamos para trabajar y demostrar a la gente que otra forma de gobernar es posible, y eso es lo que valoraron los catoirenses el domingo al darnos su apoyo mayoritario en las urnas”.

Y parece que lo valoraron tanto para apoyar al BNG como para acudir a las urnas en masa, ya que la participación se elevó hasta el 81%, tres puntos más que en 2019.

Los nacionalistas se llevaron nada menos que 1.081 papeletas, lo cual se acerca mucho al 50% del total escrutado, mientras que el PP se convirtió en la segunda fuerza, con 660 sufragios (30%), y la debacle de Alberto García se consumó al recibir solo 437 papeletas (20%).

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