Pescado y marisco a precio de Navidad

En plazas de abastos, pescaderías y supermercados hablan de una “situación preocupante” a causa del “precio prohibitivo” que han alcanzado algunos productos del mar.

Se refieren a pescados y mariscos que “cuestan tanto como en Navidad, o incluso más”. Pero también a “una preocupante escasez de artículos y de clientes”.

Quienes así opinan sostienen que “la crisis se está haciendo notar, y del mismo modo que se ha disparado el precio de productos como el aceite, también se ha multiplicado el del pescado, por lo que cada vez tenemos menos compradores”.

"Un verano negro"

Tal es su preocupación que “si esto sigue así, vamos a tener un verano negro, y muchos tendremos que cerrar”, aseguraban ayer varios vendedores del mercado municipal de abastos vilagarciano.

No es que nosotros vendamos caro, sino que ya sale más caro que nunca de las lonjas, como si estuviéramos en Navidades

Un vendedor de la plaza de abastos

La razón es bien sencilla: el mero a 30 euros el kilo, centollo a 25, almeja babosa a 30, japónica a 15, el berberecho a 16, la navaja a 17....

Precios altos para esta época del año que, muy probablemente, se incrementen en próximas fechas. Y tarifas, también, a las que ayer se sumaban en las plazas las del bogavante, a 40, o el camarón, a 70 euros, si era mediano.

“Esto del camarón es una locura, y la verdad es que no se recuerda tanta escasez”, explicaba una vendedora.

“Arranque pésimo”

“El arranque de año ha sido pésimo, y el verano puede ser peor, porque la gente no tiene dinero para llegar a fin de mes y difícilmente puede gastar en comprar pescado y marisco”, apostillaba otra placera.

En un puesto cercano, un vendedor añadía: “No es que nosotros vendamos caro, sino que ya sale más caro que nunca de las lonjas, como si estuviéramos en Navidades”.

Abadejo a 19 y coruxo, a 25

“Por eso vendemos el lenguado a 32 euros; el coruxo de la ría, de ración, a 25 euros el kilo; la merluza del pincho a 13 o el San Martiño, a 26”, indicaba ayer una pescantina de Cambados.

Había otros precios llamativos en las plazas, como los del rodaballo, a 32 euros, y el abadejo de la ría, a 19. Incluso puede destacarse la cigala, que a pesar de ser pequeña se vendía a 35 o 45 euros, y el chincho (jurel pequeño) a 8 o 10 euros.

La preciada “xouba” pequeña sigue brillando por su ausencia, así que la que hay en las plazas, tirando a sardina, también se cotiza a unos 10 euros... y subiendo.

“No se recuerda nada igual”

“Menos mal que nos queda Portugal”, exclamaba una vendedora de Vilaxoán en la plaza de Vilagarcía, antes de emplear una expresión tan coloquial como concluyente: “No se recuerda nada igual”.

“Ya hay poco dinero y si además hay que gastar en puentes festivos, fiestas y las comuniones que ahora se hacen por Sacramento, y que se organizan como si fueran bodas, está claro que a las familias les queda mucho menos dinero para pescados y mariscos”, exclaman los vendedores consultados.

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