Los comuneros de Cea repueblan sobre todo con pinos el monte quemado en 2022

En el entorno del antiguo campo de fútbol de Castroagudín recurren a las frondosas

Vilagarcía retirada de madera en monte quemado comunidad de montes de Cea Xiabre

Vilagarcía retirada de madera en monte quemado comunidad de montes de Cea Xiabre / INAKI ABELLA DIEGUEZ

La comunidad de montes de Cea pretende iniciar en unos pocos meses la regeneración del monte que perdieron en el incendio forestal del 5 de agosto pasado. La sociedad celebrará una asamblea el próximo 16 de abril, y uno de los puntos de la orden del día será la primera fase de recuperación de la superficie forestal. Los técnicos y los miembros del consejo rector de Cea priorizarán en esta fase la plantación de pinos.

A media tarde del 5 de agosto de 2022 se inició en Saiar (Caldas de Reis) un voraz incendio forestal que no tardaría en descontrolarse. Ese día hacía mucho viento, con ráfagas de hasta 80 kilómetros por hora, y cuando los servicios de emergencias llegaron al punto ya se encontraron con un fuego muy extendido y difícil de controlar, que crecía rápidamente en varios puntos.

Las horas que siguieron fueron muy duras. Una chatarrería de O Pousadoiro ardió completamente, y hubo que desalojar a 30 familias y a los trabajadores del turno de noche de una fábrica. Cuando, finalmente, los bomberos lograron contenar las llamas, el paisaje ya era estremecedor, con más de 500 hectáreas de suelo consumidas. Poco después, el Gobierno central declaró Zona Catastrófica el área afectada por este incendio.

Medio año después, la comunidad de montes de Cea pretende pasar página. El próximo 16 de abril celebra una asamblea en la que, entre otros asuntos, se consultará con los socios el inicio de un proyecto de regeneración de la superficie afectada. El presidente de los comuneros, Julián Abuín, indica que en la primera fase se priorizarán las plantaciones de pinos, puesto que ya se trataba de la especie predominante antes del incendio en el área que ardió.

En el caso del campo de fútbol de A Seara, donde jugaban antiguamente los vecinos de Castroagudín, la regeneración se hará por imperativo legal con frondosas. Esto es así porque el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) califica esa zona como instalación deportiva, y la ley establece que en ese tipo de terrenos deben emplearse variedades de frondosas. Esta medida no gusta demasiado al equipo de Abuín, puesto que ya hace mucho tiempo que el campo de fútbol dejó de utilizarse -ahora disponen de uno más moderno-, hasta el extremo de que en él nacieron de forma natural multitud de pinos. Esos árbores se quemaron en agosto, pero la normativa impide ahora plantar la especie que surgió de forma espontánea, y debe cambiarse por frondosas, como pueden ser el roble, el castaño o el nogal.

A mayores, en la asamblea se dará cuenta de los trabajos de poda y desbroce que se están ejecutando o que se harán más adelante.

Proceso electoral

La asamblea del 16 de abril también servirá para elegir junta rectora. La actual la preside Julián Abuín, histórico dirigente vecinal que lleva al frente de la comunidad de montes desde 1991, y que también participó en la fundación de la asociación de vecinos, entidad que presidió durante más de 30 años.

La comunidad de montes de Cea es la mayor de Vilagarcía en cuanto a superficie, pues cuenta con unas 600 hectáreas de Xiabre. La segunda, que es la de Bamio, apenas tiene 260 hectáreas. Pero Cea también ha sufrido mucho la lacra de los incendios; el de 2006 fue el más devastador, pero también fueron graves los de 2016 y el último, el de agosto de 2022.

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La comunidad de Trabanca Badiña, también en Vilagarcía, celebró la semana pasada su asamblea. En ella el equipo directivo que coordina Ramón Bueno explicó a los vecinos el plan de repoblación con castaños que han ejecutado entre 2022 y este 2023. Esta entidad ha recibido una subvención de la Consellería do Medio Rural para la redacción de su Plan de Ordenación del monte, un documento en el que, entre otros contenidos, es necesario planificar el tipo de especies y de explotación en cada polígono.

En estos momentos, los técnicos contratados por la comunidad continúan con los trabajos de redacción, y cuando el plan esté listo se someterá a votación en la asamblea. Durante los primeros meses del año son muchas las comunidades de montes que realizan trabajos de limpieza y silvicultura, necesarios para prevenir los incendios forestales de verano y minimizar los daños de los mismos, en caso de que se produzcan. En este sentido, varias comunidades de Vilagarcía están agrupadas en una mancomunidad que recibe una asignación anual del Concello para ejecutar este tipo de labores preventivas. En este 2023 también habrá una partida para esta finalidad, con independencia de que no haya presupuestos.

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La comunidad de Cea sigue a la espera del visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio para poder cortar y retirar los árboles quemados en el entorno de un yacimiento castrexo, cuyos restos permanecen enterrados, por lo que los técnicos de la Xunta descartaron en su momento que hubiesen sufrido daño alguno de las llamas. Julián Abuín pide a los trabajadores de la delegación de Pontevedra la mayor prontitud posible, puesto que si tardan en exceso en permitir la retirada de la madera, llegará un momento en que esta haya perdido tanto peso que ya no la quiera nadie y haya que destruirla sin aprovechamiento alguno. La comunidad adjudicó a Finsa los pinos quemados en el incendio, y a Ence los eucaliptos, de modo que ya retiró la mayor parte de los ejemplares dañados por el fuego. De este modo, están en disposición de iniciar la regeneración de buena parte de la superficie quemada. En el caso del área localizada en el entorno del castro, sin embargo, no pueden actuar mientras Patrimonio no les dé luz verde, y este permiso se está demorando más de lo que quisieran los comuneros, que temen que para cuando llegue, la madera ya sea casi inservible. Tras el incendio, el personal del Centro de Investigación Forestal de Lourizán visitó el monte Xiabre, y dictaminaron que el suelo estaba poco afectado, de modo que preveían una buena y rápida regeneración.

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