La nueva Arzobispo Lago ya se llena de gente

Los vilagarcianos ya pasean por Arzobispo Lago y descansan en sus asientos de piedra. A pesar de que las obras todavía no están finalizadas, la empresa adjudicataria ya ha retirado la mayor parte de las vallas que hasta ahora impedían circular con comodidad por esta arteria, llamada a ser otro ejemplo del modelo de ciudad cuya bandera enarbola el equipo de gobierno de Alberto Varela. Un modelo basado en las peatonalizaciones y las ciclovías.

Coincidiendo con la celebración del mercado de los sábados, fueron muchos los vilagarcianos que aprovecharon para recorrer la nueva Arzobispo Lago y conocer de primera mano la calle, que destaca por su amplitud y los elementos geométricos de su decoración, en los que se entremezclan vegetación y agua. Precisamente, las fuentes aún están cerradas, a la espera de la llegada de las bombas de impulsión, pero no la iluminación.

Ciclovías

En lo que respecta a las ciclovías, el grupo de gobierno ha dado este mes un impulso a la segunda fase del proyecto, con la aprobación de un modificado que afecta a la conexión de dos tramos de la red primaria, situados en Rodrigo de Mendoza y Fariña Ferreño. Inicialmente, se iba a construir un nuevo puente en el río de O Con, de uso exclusivo para las bicicletas, pero esta alternativa ha sido descartada finalmente por su elevado coste. En su lugar, la Administración local y el director de obra Alexandre Mouriño Fernández plantean la reforma de un puente peatonal ya existente, y que pasará a ser de uso compartido por viandantes y usuarios de la ciclovía.

Se trata del puente localizado frente al acceso transversal a Fariña Ferreño. Tiene un ancho de siete metros, de ahí que los técnicos estén convencidos de que podrá compaginarse perfectamente su uso actual con el pintado de dos carriles para las bicicletas, de modo que enlazará los dos tramos ya existentes en Rodrigo de Mendoza y Fariña Ferreño.

Eso sí, la actuación obligará a actuar también sobre el acceso. La pasarela está ligeramente elevada sobre la calzada, y la diferencia de altura se salva actualmente con escalones y una rampa. La propuesta de los técnicos pasa por eliminar los escalones y mejorar el acceso a través de la rampa, pensando no solo en los usuarios de la bicicleta, sino también en personas de edad avanzada o con movilidad reducida.

La segunda fase de las ciclovías ya se le había adjudicado a la firma Movimientos de Áridos y Construcciones de Arosa, y la modificación del proyecto aprobada ahora supondrá un coste a mayores de 15.000 euros, para un total de 461.000. El plazo de ejecución es de once meses.

El de las ciclovías ha sido uno de los proyectos más controvertidos y cuestionados del presente mandato. Para el grupo de gobierno, es un modelo innegociable, necesario para lograr una ciudad más sostenible y sana, mientras que sus detractores le achacan la pérdida de decenas de plazas de aparcamiento, la peligrosidad de algunos puntos en los que los carriles para bicicletas se cruzan con los vehículos a motor, y la mala calidad de la pintura, con algunos tramos casi borrados.

El proyecto de red primaria contemplaba la creación de tres itinerarios, entre los cuales sumaban algo más de dos kilómetros de vías ciclistas. El más largo es el que enlaza la avenida de Cambados con San Roque, a través de Doutor Tourón y Rodrigo de Mendoza. El segundo comunica Fariña Ferreño con O Cavadelo (este y el anterior se enlazarán a través del puente), y el tercero va desde Rodrigo de Mendoza hasta el instituto Castro Alobre, a través de la calle Ramón Cabanillas.

En las siguientes fases las ciclovías seguirán por San Roque y Juan Carlos I, y habrá nuevos accesos hacia Vilaxoán y Carril.

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