Alberto Varela: "Los comerciantes están contentos con el resultado de Arzobispo Lago"

El alcalde de Vilagarcía visitó ayer la obra para supervisar los últimos flecos antes de su finalización

El alcalde y la concejala de Mobilidade supervisaron ayer los últimos flecos de la obra.

El alcalde y la concejala de Mobilidade supervisaron ayer los últimos flecos de la obra. / Noé Parga

María López

María López

El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, acudió ayer a Arzobispo Lago acompañado de la teniente de alcalde, Tania García; la concejala de Urbanismo e Mobilidade, Paola María; y su secretario, Gabriel González; para supervisar la recta final de las obras de humanización, que están a punto de concluir. Será cuestión de días, si bien el regidor no se aventura a dar una fecha exacta. Y es que no está previsto ningún tipo de acto de apertura: “Nosotros no hacemos inauguraciones. Fuimos a una, la de la plaza de Independencia, porque la organizaron los vecinos”, comenta el regidor.

Obras de Arzobispo Lago, ayer.

Obras de Arzobispo Lago, ayer. / Noe Parga

671.000 euros

Con todo, es habitual que en obras financiadas por otras administraciones sus representantes acudan a Vilagarcía a ver el resultado de las mismas. En este caso, la Diputación de Pontevedra ha financiado una parte de la humanización de Arzobispo Lago (100.000 euros de los 671.000 que ha costado) con cargo al Plan Ágora. “Si quieren venir a verla estaremos encantadísimos de recibirlos”, dice Varela en relación a Carmela Silva y su equipo.

El alcalde aprovechó su visita a las obras para pulsar la opinión de comerciantes y vecinos sobre el resultado. “Les está gustando mucho. Hay que tener en cuenta que se ha producido un cambio muy importante. Arzobispo Lago antes era una calle de paso y ahora se ha ganado espacio para las personas, para que disfruten de él”, destaca el primer edil.

De hecho, pese a no estar todavía rematada la obra, varios establecimientos ya han notado un mayor tránsito peatonal, se congratula Alberto Varela.

Fuentes y jardinería

Los operarios están ahora centrados en las labores de jardinería, con la plantación de distintas especies arbóreas, si bien el gris es el color que predomina en la remozada Arzobispo Lago debido al uso de hormigón tanto para el pavimento como para las fuentes que se suceden a lo largo de la calle. Los vasos de agua funcionan con circuitos cerrados en los que también están trabajando los obreros.

El hormigón se combina en algunas zonas con tablones de un material que imita a la madera pero que aporta una mayor durabilidad. Ayer también se estaban colocando.

La humanización de Arzobispo Lago es uno de los proyectos estrella que Varela llevará culminado a la cita electoral de mayo. La estética es similar a la de la plaza de Galicia –intentando recrear con las fuentes las antiguas marismas de la zona– y está previsto realizar una actuación similar en Conde Vallellano.

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