Los buses del vino, trenes turísticos, jardines y pazos con encanto, conciertos, catas, rutas para recorrer viñedos en bici, talleres de cocina e infinidad de actividades más constituyen el engranaje que mueve la Ruta do Viño en la Denominación de Origen Rías Baixas.
Con participación de las propias bodegas, museos, restaurantes, vinotecas, alojamientos y negocios de todo tipo, plantea infinidad de propuestas enoturísticas que la han convertido en un auténtico foco de atracción que cada año reúne a más visitantes en la provincia de Pontevedra, y en el conjunto de Galicia.
Tanto es así que la Ruta do Viño Rías Baixas se ha convertido ya en “la más deseada para futuras visitas por el enoturista en España”, según el decimotercer informe de análisis de la demanda turística, realizado por el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España y en el que se analizan los datos aportados por los turistas del vino en el segundo semestre de 2021 y el primer semestre de 2022.
El perfil
Un documento en el que se hace constar el perfil del visitante tipo de las Rutas del Vino de España, resultando que, en el caso de la referida a Rías Baixas, se trata de personas de entre 46 y 65 años.
Son, sobre todo, mujeres y aficionados al vino “que viajan en pareja o en grupos de amigos y pernoctan en hoteles o alojamientos rurales”.
Fin de semana o puentes
De ese informe de análisis de la demanda turística, elaborado para la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) –que coordina y desarrolla la marca Rutas del Vino de España–, se desprende también que los viajes programados en torno al mundo del albariño “suelen realizarse en forma de escapadas de fin de semana o puentes, estableciéndose la estancia media en 2,47 días”.
Pero es que, además, queda claro que “el enoturismo, el ocio y la gastronomía conforman las principales motivaciones del viaje a la Ruta do Viño Rías Baixas”, lo cual pone de manifiesto que propuestas como las citadas al principio están resultando todo un acierto.
Visitas a bodega
Prueba de ello, esgrimen en la Ruta dependiente del Consello Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, es que las visitas a bodegas, con sus paseos entre viñedos, catas y demás actividades, se han convertido en la actividad más demandada, por delante de las visitas organizadas a los pueblos o villas de la propia Ruta y el disfrute de la gastronomía de la zona.
Al analizar ese perfil del turista, y en base al mismo informe, puede concluirse que “se incrementa el gasto medio experimentado por el enoturista en las Rutas del Vino de España, situándose en 199,99 euros al día por persona, superando al gasto del turista extranjero y del nacional”.
Casi 500 euros por persona
Esto quiere decir, teniendo en cuenta la estancia media de 2,47 días antes aludida, que la cifra de gasto medio total por estancia y persona alcanza los 493,97 euros.
Y tanto o más importante resulta el hecho de que el nivel de satisfacción de las visitas se sitúe en 8,98 puntos sobre 10, “destacando aspectos como la visita a bodegas, la calidad del entorno y la hospitalidad en la atención al cliente”.
Una valoración que explica el hecho de que el 99,71% de los enoturistas aseguren que recomendaría su experiencia en las Rutas del Vino de España.
Juan Gil de Araújo
Así lo confirma Juan Gil de Araújo, presidente en funciones de la Ruta do Viño y del Consello Regulador Rías Baixas, convencido de que la clave del éxito radica en “la hospitalidad, amabilidad y esfuerzo diario de nuestros asociados”.
Son ellos los que se encargan de “ofrecer experiencias enoturísticas innovadoras y de gran calidad, lo que hace posible conseguir estos resultados para Rías Baixas”, proclama.
Agradecido y orgulloso tras constatarse que Rías Baixas es “el destino enoturístico más deseado para visitar entre los españoles”, Gil de Araújo no se olvida de recordar que “recientemente dos asociados de la Ruta también fueron galardonados en los VI Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España”, reconociéndose así su trabajo en este ámbito.
Martín Códax
Se refiere a firmas arousanas como la cooperativa vitivinícola Martín Códax, aclamada como “Mejor bodega abierta al turismo de España”, y a la Quinta de San Amaro, con una “Mención especial como mejor experiencia enoturística”.
Se trata, a la postre, de “reconocimientos que ayudan a que cada vez más personas quieran conocer la Ruta do Viño Rías Baixas”, sentencia un Juan Gil de Araújo dispuesto a que este proyecto enoturístico siga creciendo a partir de la promoción de la tradición vitivinícola de ese gran territorio que conforman O Salnés, Soutomaior, Condado do Tea, O Rosal y Ribeira do Ulla.
Un selecto club que se extiende por España
El informe de análisis de la demanda turística realizado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) deja en muy buen lugar a la Ruta do Viño Rías Baixas. Y no es cuestión baladí, puesto que se trata de la entidad que coordina y desarrolla la marca Rutas del Vino de España, respaldada por la Secretaría de Estado de Turismo, Turespaña y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Es un club formado por 36 destinos que, como el de Rías Baixas, se distribuyen por toda la geografía nacional, acogiendo en su seno a más de 750 municipios y 2.200 empresas, entre las que se encuentra alrededor de 700 bodegas.
3 millones de visitantes
Así lo resaltan en el Consello Regulador Rías Baixas, donde aclaran que esta red de rutas recibe más de tres millones de visitantes cada año en las principales zonas vitivinícolas de España.
Entre ellas, lógicamente, Rías Baixas, junto a destinos tan conocidos como Ribera de Duero, Rioja Alavesa, Rioja Alta, Rioja Oriental, Ronda y Málaga, Rueda, Alicante y Jumilla.
Al igual que Arlanza, Arribes, Bullas, Calatayud, Campo de Cariñena, Cigales, El Bierzo, Garnacha-Campo de Borja, Gran Canaria, La Mancha y La Manchuela.
Como también integran este Club de Producto Rutas del Vino de España zonas como Lleida, Méntrida-Toledo, Madrid, Marco de Jerez, Montilla-Moriles, Navarra, Penedés, Ribera del Guadiana, Sierra de Francia, Somontano, Toro y Txakoli.
Sin olvidar otras rutas formalmente constituidas, como Utiel-Requena, Valdepeñas, Yecla y Zamora.