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Vilagarcía ya gastó 1,3 millones de euros en electricidad en lo que va de año

La factura eléctrica del Ayuntamiento se ha incrementado un 10% en ocho años pese a reducir el consumo un 35%

Electricistas municipales trabajando en el alumbrado del parque del doctor Fleming. | // IÑAKI ABELLA

Las medidas de ahorro energético que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Vilagarcía durante los ocho últimos años han permitido reducir el consumo eléctrico desde los 8 millones de kilovatios iniciales hasta los 5,2 millones actuales, un 35 por ciento menos. Así lo indica el gobierno municipal en un comunicado en el que aclara que, pese a dicho descenso en el consumo, “la factura global de ese período creció casi un 10 por ciento, especialmente en lo que va del año”.

Además, la Administración municipal advierte de que “la situación podría empeorar a partir de enero, cuando expiren la mayor parte de los más de 200 contratos que el Ayuntamiento tiene actualmente con la distribuidora Naturgy, la antigua Fenosa”.

Por ello, “además de continuar con las medidas de ahorro e iniciar una campaña de concienciación sobre el uso correcto de la energía en las instalaciones municipales, el Ayuntamiento está negociando con la empresa un nuevo contrato que tendría una vigencia de cinco años, siendo los dos primeros a un precio fijo, para evitar los altibajos actuales que dejan sin efecto cualquier previsión en el presupuesto anual”, explican desde Ravella.

Esos aumentos de gasto obligan a realizar trasvases de crédito desde otras partidas, lo que reduce las posibilidades de gasto e inversión en otras áreas de gestión.

Hace ocho años, el Ayuntamiento de Vilagarcía puso en marcha un plan para optimizar el consumo eléctrico, que incluía, entre otras medidas, la sustitución de los viejos puntos de luz por otros nuevos de tipo LED, de mucho menor consumo. Esa inversión se hizo de forma paulatina, con fondos municipales o ayudas de otras administraciones. Al mismo tiempo, se revisaron todos los contratos que tiene el Ayuntamiento, “ajustándolos a las necesidades reales de cada instalación”. Asimismo, se sustituyeron las antiguas calderas de gasóleo por las de biomasa y se reguló el alumbrado público, gestionando mejor los horarios y la intensidad.

En los primeros años, las curvas de descenso del consumo y del gasto fueron casi paralelas, hasta que a partir del verano de 2021, con la crisis energética mundial agravada posteriormente por la guerra de Ucrania, divergieron de forma abrupta: mientras el consumo seguía cayendo, la curva de precios empezaba a subir hasta unos niveles que, por ahora, no parecen tener límite.

Así, si en 2014 el Ayuntamiento gastó alrededor de 1,2 millones de euros en electricidad (alumbrado, edificios municipales, instalaciones deportivas, colegios, bombeo de aguas residuales...), en la actualidad esa factura ya es de 1,3 millones, es decir, un 10 por ciento más que en 2014, pese a haber reducido el consumo en un tercio durante ese tiempo. “Sin las medidas de ahorro y eficiencia desarrolladas en los últimos años, hoy esa factura podría ser de dos millones de euros, según los cálculos de los técnicos municipales y la consultora energética externa que lleva ocho años guiando el proceso”.

Reunión con los profesores para gestionar mejor la energía en los colegios

En octubre, el pleno de Vilagarcía tuvo que aprobar una modificación de crédito para hacer frente al desfase que suponía el aumento del gasto de electricidad con respecto a lo que se había presupuestado en en 2022. Para intentar corregir esa situación, el Ayuntamiento está actualmente negociando nuevos términos para los más de 200 contratos que tiene con Naturgy, muchos de los cuales vencen el 31 de diciembre.

Dado que la mayoría de ellos tienen cierta antigüedad, los efectos del incremento general de energía se han visto más atenuados que si se tratara de contratos vigentes. La intención del Ayuntamiento es que las nuevas condiciones de suministro estén vigentes durante 5 años, de forma que los dos primeros serían con tarifa fija y los tres siguientes se revisarían año a año, pudiendo subir o bajar, dependiendo de la situación en el momento de la renovación. En cualquier caso, el Ayuntamiento, “quiere implicar a todos los ciudadanos en la lucha contra la escalada de precios y el gasto energético”.

Si bien, “es evidente el éxito de las medidas implementadas (un 35 por ciento de menos consumo en ocho años, aún se puede bajar más si hay mayor conciencia”. Por ello, se pondrá en marcha una campaña informativa que llegará a los colegios –la semana pasada ya hubo una reunión con los directores de todos los centros de Primaria–, pero también a los equipamientos deportivos, culturales y administrativos del municipio. La intención es que todos tomen conciencia de usar solo la energía que se necesita: apagar las luces cuando sea posible, aprovechar mejor la calefacción, y cambiar las puntos de luz y los aparatos de calefacción por otros más eficientes.

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