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O Salnés agotó en septiembre todo el presupuesto anual para electricidad

La Mancomunidade tratará de evitar la segunda subida del agua consecutiva pese a dispararse los costes de depuración

Alcaldes y representantes de la Xunta, junto a la planta fotovoltaica de la depuradora de Treviscoso. | // IÑAKI ABELLA

La Mancomunidade do Salnés tratará este año de no subir el precio del agua potable, pese a que sus cuentas están de nuevo desequilibradas por el elevadísimo coste de la depuración, que se ha disparado por el precio de la electricidad. La alcaldesa de Meis, y presidenta comarcal, Marta Giráldez, manifestó ayer que, “por el momento no manejamos esa posibilidad (subir el recibo del agua a los concellos), aunque es cierto que supone para nosotros una carga tremenda”.

La Mancomunidade do Salnés abastece de agua a los ayuntamientos. El ente comarcal cobra a los municipios, y estos ingresan a su vez el dinero de los usuarios finales. En 2021, la Mancomunidade le subió el agua a los concellos porque el alza de la luz disparó de forma dramática los costes de depuración en la planta de Pontearnelas y en la estación potabilizadora de Treviscoso. Algunos grupos de gobierno municipales optaron por repercutir la subida a los vecinos, mientras que otros prefirieron mantener congelada la tasa y sacar el dinero de otras partidas.

La factura en agosto hubiese rondado los 250.000 euros de no ser por las inversiones en plantas fotovoltaicas y motores de bombeo más eficientes

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Pero lejos de arreglarse la situación, este año parece haber empeorado. El gerente de la Mancomunidade, Ramón Guinarte, afirma que solo en el mes de agosto, la estación de bombeo del río Umia, situada en Pontearnelas, generó un coste energético de 162.000 euros, “cuando en un año normal hubiesen sido 55.000”. Este sobreprecio se debe, por una parte, a que O Salnés tuvo este verano más turistas que nunca y eso, unido a la sequía y el calor, hizo que los consumos de agua se disparasen. Pero también está relacionado con el elevado precio de la energía eléctrica.

Tanto es así que según los datos proporcionados por Guinarte, el presupuesto que tenían consignado para electricidad para todo el año en la red de abastecimiento, “ya lo agotamos en septiembre”. Y eso que en 2021 lo subieron adrede, conscientes de que el coste de la energía ya no iba a bajar.

Zona de captación de agua y bombeo del río Umia, en Pontearnelas. | // NOÉ UMIA

Así las cosas, la Mancomunidade se encuentra ahora en la tesitura de absorber de algún modo el sobrecoste eléctrico, lo que podría lastrar otras partidas del órgano comarcal, o compensar el sobrecoste con una subida del agua a los ayuntamientos por segundo año consecutivo. No obstante, todo apunta a que el órgano comarcal tratará por todos los medios de evitar esta medida, que podría herir a los concellos, sobre todo a aquellos que ya decidieron congelar la tasa del agua en este 2022.

“Vamos a tratar de compensar la subida que hemos tenido hasta ahora durante este último trimestre del año”, avanza Guinarte. Con el final de la temporada turística y los meses más fríos, el consumo de agua desciende y, con él, el gasto en electricidad, de ahí que la Mancomunidade do Salnés confíe en estabilizar mínimamente las cuentas.

Medidas de ahorro

Guinarte sostiene que el sobrecoste habría sido todavía más elevado de no ser por todas las inversiones que se hicieron los últimos años en plantas fotovoltaicas y en motores más eficientes en la estación de bombeo. “De no ser por esas mejoras, la factura de agosto habría superado los 250.000 euros”, manifestó el gerente. “Pero aún así con lo que ahorramos, nos hace mucho daño en tesorería”.

Añade que la ampliación de la depuradora de Treviscoso les ayudaría a reducir mucho el gasto, puesto que al disponer de una mayor capacidad de almacenamiento de agua, los motores del bombeo podrían funcionar menos horas. Pero para eso necesitan la financiación de la Xunta de Galicia, y la ampliación de la potabilizadora tampoco aparece en el borrador de los presupuestos autonómicos de 2023.

La difícil decisión de qué hacer con el alumbrado de Navidad

Los alcaldes también deberán decidir en las próximas semanas sobre qué hacer con el alumbrado de Navidad. La decoración eléctrica genera elevados consumos, de ahí que algunos ayuntamientos estén barajando colocar menos arcos luminosos o reducir el tiempo de encendido. Esta es la opción elegida por el Ayuntamiento de Vigo, que prevé ahorrar un 14 por ciento en energía al mantener los adornos prendidos menos tiempo. Marta Giráldez señala que en el caso de Meis todavía no han tomado una decisión, puesto que están pendientes de contratar la iluminación con una empresa. Será en ese momento cuando se opte por una u otra solución. En este ayuntamiento, el gasto acostumbra a ser elevado, puesto que se trata de un municipio muy extenso y con la población muy dispersa. El ahorro en la decoración luminosa ya se notó durante el verano en muchas verbenas, que sustituyeron los arcos y los cables de bombillas por ristras de papel de colores, más sencillas y menos vistosas, pero más baratas y sostenibles.

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