El peligroso socavón que dejó Vinova como legado en Baión

Gañemos urge medidas para cerrar la parcela y evitar accidentes

Imagen de la parcela excavada, ayer. |  // IÑAKI ABELLA

Imagen de la parcela excavada, ayer. | // IÑAKI ABELLA / A.Martínez

La grave crisis económica en la que está inmersa la cadena Hiperxel también ha desembocado en el abandono de algunas de sus infraestructuras en ciernes. Es el caso de la planta que el grupo Vinova iba a construir en el polígono industrial de Baión (Vilanova), y de la que no ha llegado a levantarse ni un solo ladrillo. Las obras llevan más de un año paralizadas, y ahora inquietan a los vecinos porque han desaparecido las vallas metálicas que cerraban perimetralmente la parcela. Sin ellas, los viandantes que caminan por esa parte del parque empresarial se encuentran con un profundo socavón de varios metros de profundidad prácticamente pagado a la acera.

Gañemos insta al Concello o a SEA a tomar medidas para evitar un accidente

Los vecinos han mostrado su temor a que pueda producirse un accidente, y la concejala de Gañemos Vilanova, Elena Cores, se ha hecho eco del temor vecinal. “Pedimos que se delimite esa zona, porque ahora mismo es un peligro para cualquier viandante que pase por allí”. Por ello, Elena Cores insta a las administraciones competentes, ya sea el Ayuntamiento, por ser el organismo que dio en su día la licencia, o la sociedad Suelo Empresarial del Atlántico (SEA), propietaria del terreno, a que gestionen la instalación de algún tipo de cierre que evite una eventual caída. “Esas excavaciones, sin protección, son un peligro. Por ahí van a pasear muchos vecinos de Baión, y además dentro de unos días será San Simón”, plantea la portavoz de Gañemos. Por ello, entiende que es mejor “prevenir” antes que lamentar.

El de Vinova en Baión ha sido uno de los más estrepitosos fracasos empresariales de los últimos años en O Salnés. A finales de 2020, la compañía anunciaba que había adquirido cinco parcelas del polígono industrial vilanovés, que sumaban 19.000 metros cuadrados. Su intención era construir un complejo de frío y logístico en el que invertiría 24 millones de euros y que propiciaría la contratación directa de un centenar de personas.

A principios de 2021, empezaron las obras de excavación, con la supuesta intención de que la planta estuviese operativa en 2022. Pero los motores de las máquinas pronto se apagarían. En diciembre de 2021, FARO publicaba que las obras llevaban tiempo paralizadas, y la empresa argumentaba que estaba “redefiniendo” su proyecto, pero sin aportar ninguna otra explicación.

SEA también ha guardado silencio durante todo este tiempo, pese a que Vinova no compró los terrenos, sino que los ocupó mediante la fórmula de derecho en superficie, por la que los primeros años paga una cantidad simbólica.

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