La Policía Nacional ha vuelto a hacerlo. Y aunque entre un operativo y otro ha desplegado multitud de intervenciones más, es necesario destacar, por su espectacularidad, las llevadas a cabo al abrigo del plan de lucha contra las drogas tanto ayer como el viernes anterior.
El balance es de dos detenidos en cada ocasión y una importante cantidad de cocaína, marihuana, hachís y otras sustancias retiradas de la calle.
Mención especial merece lo sucedido ayer, ya que el comisario Luis Hombreiro no solo movilizó a una veintena de agentes, sino que solicitó y consiguió la presencia de la unidad canina, con base en A Coruña.
Fue así como los perros “Flecha” y “Rol”, auténticos especialistas en la localización de sustancias estupefacientes, se sumaron a los registros efectuados en un bar de la plaza del Doctor Carús y, simultáneamente, en otro situado en el tramo de la peatonal calle A Baldosa comprendido entre O Castro y Conde Vallellano.
Sucedió a plena luz del día, poco después de las siete de la tarde. De ahí que los agentes cogieran desprevenido a más de uno antes de que, al caer la noche, se llevara a cabo una tercera redada, ésta en un negocio de hostelería situado en la subida hacia la estación.
En todos los casos se hicieron registros y cacheos, tanto a los encargados de los bares como a los clientes.
Es cierto que, a diferencia del viernes anterior, no se recuperaron grandes cantidades de droga –50 gramos de coca, marihuana y hachís–.
Pero también lo es que el despliegue policial sirvió de lección a muchos que, a buen seguro, se lo pensarán dos veces a partir de ahora antes de arriesgarse con eso del menudeo de drogas.
Algunos pensarán, incluso, en el decisivo papel que desempeñaron los canes de la Policía Nacional.
Especialmente en el caso de “Flecha”, que como un buen perro de caza que marca su presa, en cuanto se situó a las puertas del bar registrado en A Baldosa emitió un par de ladridos y adoptó una posición corporal que no dejaba lugar a dudas: algo se escondía en el interior del local.
Y así fue, de ahí que de ese negocio salieran detenidos el gerente del mismo y su camarero, ambos relacionados con un presunto delito de posesión de drogas.
Tras este despliegue, que no pasó desapercibido a los vilagarcianos, los agentes que dirige el comisario Luis Hombreiro incluso protagonizaron controles de carretera en los que también consiguieron incautarse de diferentes drogas, siendo el más llamativo el llevado a cabo en la carretera de subida hacia O Pousadoiro y Caldas.