Los vecinos de un tramo de la calle Campanario, en Bamio, se despertaron ayer sobresaltados por la intensa lluvia de primera hora de la mañana. Al escuchar la intensidad con la que estaba lloviendo, sabían que la carretera que pasa por delante de sus casas no tardaría en inundarse, formando una profunda charca frente a sus puertas. Y así fue. Una vez más, al menos dos residentes en la zona se pusieron en contacto con los medios de comunicación para denunciar este nuevo episodio de anegamiento.
El Ayuntamiento de Vilagarcía conoce el problema, y está buscando una solución, pero admite que la solución no es sencilla. El ingeniero municipal se ha comprometido a visitar la zona antes de final de semana para mirar sobre el terreno como están las conducciones de pluviales, con la esperanza de que se puedan reconducir hacia alguna de ellas el agua que sale ahora mismo de una tubería muerta y que es la que provoca los anegamientos.
Fuentes municipales explican que este problema se resolvió hace años de modo provisional, pues se desvió el agua que salía de la canalización hacia una finca privada, tras haber alcanzado un acuerdo con el propietario de la misma. Sin embargo, pasados los años el dueño de la parcela decidió darle uso y levantó un cierre en el perímetro. Eso que el agua, al chocar con el muro y no tener por donde salir, fluya hacia la pista y queda estancada en una zona baja.
Los anegamientos se están produciendo en un tramo de la calle Campanario que enlaza la “carretera vieja” de Bamio con la PO-549 (Pontecesures-Vilagarcía), y aunque perjudican directamente a los residentes en tres casas (hay una cuarta casa en construcción), de forma indirecta suponen un perjuicio para más gente.
Entre ellos se encuentran los peregrinos, dado que por esa zona pasa la Variante Espiritual do Salnés, al formar parte del itinerario jacobeo de Carril a Padrón. La inundación de la pista causa trastornos también a los vecinos que van a pie, que al encontrar el charco han de dar vuelta -dando un rodeo de hasta un kilómetro-, o confiar en que alguno de los residentes de las casas directamente afectadas pueda pasarles con el coche.
El ingeniero municipal visitará la zona esta semana para buscar una posible solución sobre el terreno
Los residentes en la calle Campanario aseguran que el Ayuntamiento de Vilagarcía es conocedor del problema desde hace años, y reclaman una solución permanente de una vez por todas. Uno de los afectados, Manuel González, presentó un escrito en este sentido el pasado 8 de septiembre.
Visita del concejal
El concejal de Obras, Lino Mouriño, aseguró ayer a preguntas de FARO que se están estudiando las posibilidades de evitar estos anegamientos, y que hecho tanto él como el ingeniero municipal estuvieron la semana pasada en la calle Campanario para abordar las posibles soluciones.
En un primer momento, todo apunta a que la alternativa más viable pasaría por reconducir el agua que sale de la tubería que quedó muerta hacia alguna canalización de pluviales que haya en la zona. Y esa es la que va a explorar el técnico del Ayuntamiento en la visita que realizará a la zona en los próximos días, añaden fuentes municipales. Los vecinos, por su parte, empiezan a perder la paciencia, pues argumentan que la pista no se inunda solo cuando llueve con fuerza, como sucedió ayer, sino que incluso padecen el problema con precipitaciones moderadas.
