Una sola empresa ha presentado su candidatura a diseñar la que será la comunidad energética de A Illa, una iniciativa financiada desde la Unión Europea, a través del programa Nesoi, para impulsar la transición energética hacia una producción mucho más limpia y sostenible. Los técnicos valoran ahora la propuesta de la firma y decidirán si se puede encargar de darle forma jurídica a la comunidad y realizar los estudios técnicos para definir cuáles serán sus potencialidades. El contrato estaba fijado en casi 60.000 euros financiados por Nesoi.
Una de las personas que más tiempo lleva trabajando en esta iniciativa, surgida a raíz de haber sido incluida A Illa en el programa europeo EU Islands, es la edil de Medio Ambiente, Gabriele von Hundelshausen, quien apuntaba ayer que la intención “es cubrir todo el municipio; por eso, necesitamos esos estudios y organizar de forma adecuada toda la transición energética”. Insiste en que las comunidades energéticas como la que se pretende impulsar tienen como principal fin “impulsar el autoconsumo con energías renovables, concienciarnos y formarnos para ser consumidores inteligentes y que la propia producción vaya cubriendo todas nuestras necesidades”.
Para von Hundelshausen se trata de convertir a los vecinos de A Illa en “prosumidores, un término que aglutina a productores y consumidores”, además de resaltar la importancia que tiene el proyecto para acabar con la denominada “pobreza energética que, en comunidad, se afronta de mejor manera”.
Paneles solares, flota eléctrica o una comunidad de consumidores son solo algunas de las propuestas que se van a ir desarrollando al amparo de este proyecto de comunidad energética que A Illa espera poner en marcha cuanto antes.
Mientras aguarda a dar ese salto, el municipio también está trabajando en una iniciativa experimental, el proyecto “Mar e Lus I”, para el que cuenta con el respaldo de la asociación Arousa en Transición. Este proyecto incluye la instalación de la primera célula de autoconsumo en el municipio, presumiblemente en el lugar de O Monte, la cual va a tener como usuarios a una docena de viviendas, a la Cofradía, OPP-20 y al propio Concello.
Esta iniciativa, que complementa a la comunidad energética, se encuentra iniciando los trámites para la contratación de la célula de autoconsumo, un trabajo que está desarrollando el colectivo Arousa en Transición. Esta iniciativa cuenta con el respaldo del Ministerio para la Transición Energética y, además de suministrar electricidad a los asociados, contará con un cargador de coches eléctricos de uso público.
No en vano, la transición energética no solo se quiere limitar a las viviendas, sino que también se quiere impulsar en ámbitos como la movilidad.
