Cuando está prácticamente encarrilada la Festa do Marisco de O Grove, del 29 de septiembre al 12 de octubre, Esquerda Unida (EU) insiste en plantear viejas propuestas con las que, considera, mejorará la calidad de este multitudinario acontecimiento.
Una de ellas es seguir el ejemplo de Sanxenxo y otras localidades y pedir que los municipios vecinos envíen refuerzos policiales con los que garantizar una mayor seguridad ciudadana y una mejor organización del multitudinario evento gastronómico.
Así lo plantea José Antonio Otero González, el portavoz de los esquerdistas mecos, convencido de que si esta era una necesidad hasta 2019, ahora puede serlo mucho más, pues considera que tras dos años de parón a causa del COVID, el “comedor de Galicia” en que se convierte la villa meca puede recibir más gente que nunca.
Paralelamente, EU demanda la instalación de un “Punto Morado” para detectar o prevenir casos de violencia “como los que están sufriendo las mujeres con la fórmula de la sumisión química”.
A lo que añade la propuesta de instalar cajas de expedición de tickets y mesas de degustación adaptadas para el disfrute de la fiestas por parte de personas en silla de ruedas.
Otra de las demandas del grupo opositor es la descentralización de las actividades culturales, para llevarlas también a San Vicente, Siradella, Moreiras o A Toxa.
Termina pidiendo que los autobuses estén obligados a estacionar en A Lanzada tras dejar a sus pasajeros en O Corgo y antes de regresar para recogerlos.