Cuando Manuel Núñez abrió las puertas de la administración de loterías de A Illa ayer, a las 10 de la mañana, ya había un par de hombres esperando para entrar. Y uno de ellos, un vecino de la localidad, tuvo el honor de comprar el primer décimo de Lotería de Navidad de la administración, que el pasado 22 de diciembre repartió 16 millones de euros tras vender dos cuartos premios.
Loterías y Apuestas del Estado empieza la distribución de la Lotería de Navidad a principios del mes de julio, priorizando por lo general las poblaciones más turísticas. Manuel Núñez, propietario de la administración de A Illa, explica que él recibió los primeros paquetes ya el lunes, pero no puso la lotería a la venta hasta ayer martes porque le faltaba un paquete. “El primer décimo se lo llevó un vecino del pueblo, pero porque coincidió así. Los turistas ya me están pidiendo lotería desde junio y esta mañana (por la de ayer) ya vendí para gente que está de vacaciones”.
El despacho situado en la plaza de O Cruceiro regó de millones A Illa en el pasado sorteo de Navidad, tras repartir unos 300.000 euros en premios de un cuarto, el 42.833, y 15,7 millones con la venta de otro número, el 91.179, que se vendió en forma de participaciones de cinco euros para la excursión de fin de curso del instituto. Por ello, sabe que esta campaña posiblemente sea especial. “Soy optimista. Efectivamente, el hecho de dar un premio anima las ventas, y si a esto se añade que se espera un verano con muchos turistas parece que este año será mejor que el pasado, pero procuro no hacerme unas expectativas muy altas”, pues teme que el aumento del coste de la vida desanime el consumo.
No repite los números
Loterías da la posibilidad a las administraciones de pedir una serie de números concretos. Manuel Núñez solicitó ocho, pero ninguno de ellos es el que repartió suerte el año pasado en A Illa.
Como vendedor, es consciente de que hay números que gustan mucho más que otros, como los terminados en números impares, sobre todo en 7 o en las terminaciones 13, 15 o 69. Pero, como persona, entiende que tienen la misma posibilidad los feos, de ahí que no sea especialmente maniático ni supersticioso con los números. Quizás por ello, no ha pedido a Loterías ninguno de los dos que le trajo suerte el 22 de diciembre de 2021.
“No los pedí, el año pasado vinieron sin pedirlos, y ya está. La suerte ya está echada”. Ahora, solo queda esperar. Muchos turistas, por si acaso, añaden a la lista de recuerdos del viaje de vacaciones un décimo de Lotería de Navidad. Los vecinos suelen esperar un poco más. Pero no todos. En A Illa, el primer décimo quedó en casa.
