Las descargas de mejillón en Galicia quieren repuntar, tal y como se comprobó entre el viernes y ayer en diferentes puertos de las rías de Arousa, Muros-Noia, Pontevedra y Vigo.
Aunque la actividad, como es habitual en esta época del año, sigue en horas bajas, ya que el rendimiento en carne del “oro negro” de batea no es el que sería deseable.
Ya se había explicado en FARO DE VIGO hace unas semanas que tras el desove le está costando recuperar comida, de ahí que los productores insistan en que su momento llegará “cuando pinte el tomate” o, como dicen otros, “cuando llegue la fiesta del Carmen”, a mediados de julio.
Los más optimistas, o los que tienen el mejillón de sus cuerdas más avanzado, confían en que el molusco de algunas zonas esté a pleno rendimiento por San Juan.
Y unos pocos ni siquiera se preocupan de hacer cábalas, pues ya tienen ahora mejillón “bueno” con el que defenderse y poder trabajar, de ese que mete “menos de 40 piezas por kilo”, como alguno del que se descargaba ayer en Vilanova de Arousa para fresco.
Pero son los que menos, ya que, cabe insistir, el mejillón sigue estando flojo, por lo que habrá que esperar a que se recupere del desove.
Es cuestión de tiempo –más pronto que tarde– y forma parte, hay que insistir, de un proceso totalmente natural que no preocupa al sector, puesto que el mejillón que no se venda ahora podrá venderse el mes que viene o el siguiente.
Aunque también es cierto que es una lástima no poder aprovechar este momento, ya que la demanda de producto no deja de crecer y está muy por encima de la oferta.
En cierto modo puede decirse que mientras se espera a que el mejillón “entre en comida” los pedidos nacionales e internacionales se atienden a cuentagotas, tanto para el mercado de industria –cocederos y conserveras– como para el de fresco, que representan las depuradoras de moluscos.
En este último caso hay que resaltar que son los franceses los que más están tirando del carro actualmente, ya que por regla general, no demandan un molusco de excesivo tamaño, lo cual posibilita que los comercializadores estén encontrando bateas disponibles para atender la demanda, aunque sea solo parcialmente.
Sobre todo en polígonos interiores de la ría de Arousa como el Vilagarcía B, del que durante el finde salieron importantes cantidades de mejillón con destino al país galo.
A ese producto para fresco –que se descarga en sacos en muelles como el vilanovés–, se sumaron las barcadas, que es como se denomina a los barcos auxiliares de acuicultura que llegan a puerto con el mejillón a granel, en su cubierta, destinándose este producto a la industria transformadora.
Vilaxoán y Vilanova
Ayer, sin ir más lejos, se descargaban en el muelle de Vilaxoán dos barcadas para el cocedero Nidal y una para Bateamar, certificadas por los controladores de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia.
Una marca de calidad que, al mismo tiempo, estaba interviniendo en Vilanova, donde la comercializadora Mar Kiel llenaba sus camiones con veinte toneladas de mejillón para clientes franceses.
En ese mismo muelle otra firma encargada del envío internacional de mejillón, Devesa Express, cargaba en sus trailers alrededor de sesenta toneladas más de “oro negro”, igualmente enviado a depuradores franceses.
Al margen de este análisis de la situación del sector mitilicultor, en lo que a ventas se refiere, hay que recordar que el miércoles finaliza el plazo extra que había dado la Consellería do Mar a los bateeiros para que recojan en el litoral la mejilla que necesitan para encordar sus viveros.
