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Gamberradas que salen caras: Cambados destina 10.000 euros al borrado de tres pintadas

El Ayuntamiento acomete limpiezas en el molino de A Seca, la iglesia de San Benito y el lavadero de Fefiñáns

La arquitecta Paula Alfonso, en la zona donde se pretende reconstruir la escalinata. | // IÑAKI ABELLA

El concejal de Patrimonio de Cambados, Xurxo Charlín, y el arqueólogo Antonio Castro han mantenido una reunión en Santiago con la Dirección Xeral de Patrimonio para abordar una serie de asuntos relativos a la conservación de monumentos y bienes etnográficos del municipio. Uno de ellos es la limpieza del molino de mareas de A Seca, después de que hace unos meses una o más personas hiciesen una gran pintada en una de sus paredes exteriores.

Charlín ha indicado que el proyecto contempla igualmente la limpieza de una pintada en la iglesia de San Benito de Fefiñáns y de otras agresiones similares en el lavadero de Fefiñáns. El coste de la actuación rondará los 9.700 euros, puesto que se va a realizar con láser. La técnica será similar a la que se empleó en su día con la misma finalidad en la catedral de Santiago. El edil de Cambados ha pedido a la Xunta que agilice todo lo posible la aprobación de la obra, puesto que el Ayuntamiento pretende sufragarla mediante una ayuda de la Diputación.

La actuación más delicada y compleja será la del molino, tanto por la envergadura del grafiti, como por la densidad de las capas de pintura utilizada y por la fragilidad de la piedra. La actuación propuesta es una combinación de técnicas (láser, métodos físico-químicos...) y una limpieza de las superficies con agua y jabón neutro, que se hará a mano con brochas y cepillos de cerdas. El proyecto se completa con el sellado de las grietas y hendiduras allí donde sea necesario y con el encintado de las juntas con mortero de cal. El plazo de ejecución es de cuatro meses, incluyendo el tiempo necesario para la elaboración del proyecto de obra.

Xurxo Charlín, y tras él el técnico de Patrimonio, Javier Montero, junto a la pintada del molino. | // I.ABELLA

El estado de la piedra es un obstáculo importante para la realización de la obra. La memoria que presentó Cambados en la reunión de Santiago indica al respecto que, “la presencia de sales marinas por ascensión capilar y por contacto, y seguramente otras características de la propia piedra, provocaron el debilitamiento del soporte pétreo (...) Se aprecia la disgregación y la erosión superficial de la piedra”. Esto, unido a la gran cantidad de pintura empleada, hace que, “el atentado sea especialmente agresivo”.

Datos históricos

El molino de mareas de A Seca fue construido por Gonzalo de Valladares, primer vizconde de Fefiñáns. Instalado sobre una ensenada con una presa de 50 metros de largo y cinco compuertas, el propio molino, la vivienda (acondicionada en la segunda planta y el desván, que albergan en la actualidad un pequeño museo), los establos y un galpón.

Disponía de cuatro muelas, tres de grano grueso para maíz, y otra “albeira” para trigo o centeno. Se estima que, aprovechando las seis horas diarias de bajamar, cada muela podía llegar a moler unos 200 kilogramos de cereal.

El molino perteneció a los vizcondes de Fefiñáns hasta el siglo XIX, y dejó de funcionar a mediados de la década de los 70 del siglo pasado. Forma parte de la red museística de Cambados desde 2002.

En lo que respecta a la iglesia de Fefiñáns, se edificó entre 1618 y 1634 sobre las ruinas de una capilla románica, a instancias de nuevo de Gonzalo de Valladares. La fachada y las torres son posteriores, de 1784. Hay dos capillas interiores, en las que están enterrados el ya citado primer vizconde de Fefiñáns y su esposa, María Ozores y Silva.

La iglesia forma parte del Ben de Interese Cultural (BIC) de Fefiñáns desde 2012. En este caso hay dos pintadas, siendo la de mayor entidad la situada en la fachada que da a la plaza, y en la cual se encuentra también el singular reloj solar.

Finalmente, la fuente-lavadero de Fonte de Fefiñáns perteneció al palacio, y figura en documentos de 1670 a nombre de Fernando de Valladares. Se trata de un elemento de gran importancia etnográfica, y sufre desde hace tiempo diferentes agresiones vandálicas, “siendo este el problema más grave de conservación que presenta”, tal y como indican los técnicos en la memoria del Ayuntamiento de Cambados.

En estos momentos, el departamento de Patrimonio de Cambados está inmerso en otros proyectos, como son la restauración y puesta en valor de la fuente de la plaza de Alfredo Brañas, que diseñó hace un siglo el escultor local Narciso Pérez, y la del lavadero de la Rúa Nova.

También relacionado con el patrimonio local, en las últimas semanas se han registrado hallazgos arqueológicos tanto en la plaza de San Gregorio como en la Rúa Nova. En el primer caso, aparecieron restos de época romana, que podrían dar pistas sobre un asentamiento de esta época, mientras que en la Rúa Nova se han encontrado indicios de la cimentación de lo que se supone que fue una vivienda.

Finalmente, otra iniciativa a medio o largo plazo en la que trabaja Xurxo Charlín es la continuación de la excavación arqueológica y puesta en valor de los restos de la capilla hallados en su día en el islote de San Sadurniño.

En busca de los peldaños de la antigua escalinata

En la reunión de Charlín con Patrimonio se abordó también la reconstrucción de la antigua escalinata de la iglesia de San Benito, que estaba orientada hacia la plaza. Los técnicos de la Xunta han advertido al Ayuntamiento que deberá realizar primero una excavación en busca de los peldaños, que se supone que fueron soterrados cuando se eliminó la escalera, entre finales de la década de los 60 y principios de los 70.

Si no apareciesen los pasos, Patrimonio no autorizaría la intervención, pues entendería que carece de sentido reconstruir el monumento con piezas de fábrica nueva. De todos modos, Xurxo Charlín es optimista. Historiadores como Sindo Mosteiro plantean que una parte de los peldaños antiguos fueron reutilizados en otras partes del atrio, y que los demás fueron enterrados en la misma plaza, versión que confirman algunos vecinos de edad avanzada que eran niños cuando se eliminó la escalera para que no estorbase al tráfico de la carretera de Vilagarcía a Vilalonga.

En la reunión de Santiago se decidió asimismo que la prospección se realizará entre los meses de septiembre y octubre próximos. Se pospone para entonces para evitar las incomodidades y el mal efecto de tener la plaza de Fefiñáns en obras en plena temporada turística, pero tampoco se quiere esperar demasiado para concluir la investigación antes de que empiecen las lluvias. Los trabajos durarían unas dos semanas. La reconstrucción de la escalinata se haría en 2023.



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