El 18 de abril de 2020 los arousanos vivían confinados y aplaudían en los balcones tratando de adaptarse a algo nuevo llamado COVID. Los militares patrullaban la comarca para hacer cumplir la cuarentena y todos estaban pendientes de unos investigadores que trataban de conseguir una vacuna en tiempo récord.
El 18 de abril de 2021 las restricciones situaban a la hostelería al borde del abismo, las mascarillas eran un complemento indispensable y el número de muertes seguía en aumento.
Hoy, 18 de abril de 2022, Arousa hace balance de una Semana Santa que solo puede tacharse de espectacular.
Ayer se recreaba en Paradela (Meis) la Resurrección de Jesucristo. Y, como solía ser habitual antes de la pandemia y de las restricciones que llevó parejas, una multitud presenció la emotiva escena.
Fue uno más de los bíblicos pasajes que se escenificaron en los últimos días en Meis, que de este modo contribuyó también a la resurrección de toda la comarca.
Un territorio, el formado por los municipios de O Salnés y el Ullán, que ha disfrutado de una Semana Santa espectacular, sin duda gracias al buen tiempo reinante y las ganas de dejar atrás el coronavirus que tienen tanto los arousanos como sus visitantes.
De ahí que decenas de miles de personas tomaran los diferentes municipios arousanos para saborear su gastronomía, bañarse en sus playas, deleitarse con su paisaje, pasear por sus calles o asistir a torneos deportivos como el Vilagarcía Basket Cup, Arousa Fútbol 7 y el Ramiro Carregal Soccer Cup.
Acontecimientos capaces de reunir a una multitud a los que cabe añadir el partido de fútbol disputado ayer entre el Arosa y el Pontevedra, pues también generó un formidable ambiente festivo en la ciudad.
Al igual que sucedió con la fiesta promovida para recaudar fondos con los que ayudar al club Juventud Cambados, en la que se vendieron 5.000 ostras y se organizaron diferentes conciertos que alegraron y animaron las calles de la villa del albariño, para beneficio del conjunto de la hostelería local.
Un sector que también se ha visto claramente reforzado en O Grove, un pueblo abarrotado desde el Jueves Santo en el que los barcos de pasajeros que operan en O Corgo volvieron a marcar diferencias, y donde tanto A Lanzada como A Toxa, San Vicente e incluso Siradella hicieron gala de su habitual poder de convocatoria.
La calles, terrazas, bares y restaurantes mecos llenos –como en Vilagarcía y otros puntos de la comarca–, fueron la tónica dominante y la mejor noticia de esta exitosa Semana Santa de resurrección turística, especialmente indicada, igualmente, para disfrutar del enoturismo en las bodegas y otros negocios adheridos a la Ruta do Viño Rías Baixas.
Una imagen, en definitiva, que parece anunciar un gran año para el sector turístico y lleva a no pocos empresarios a frotarse las manos pensando en el verano que viene y en todo lo que resta de Año Santo.
Un Xacobeo que está dejando su huella y que también la dejará, si nada falla hasta entonces, en la Festa do Marisco de O Grove, que volverá a escena tras dos años de parón debido al COVID.
Este que es el gran “comedor de Galicia” volverá a encender sus fogones durante la primera quincena de octubre, permitiendo así ampliar considerablemente la temporada alta del sector turístico.
Y no solo del grovense y el comarcal, sino que redundará en beneficio de la hostelería y la imagen de toda la provincia y la comunidad autónoma.
Hasta que llegue el momento, los arousanos tiempo tendrán para disfrutar de infinidad de acontecimientos festivos y socioculturales que aspiran a obtener, al menos, el mismo éxito que la Semana Santa,
Una cita, por cierto, que aún no ha finalizado, ya que hoy se celebra un evento tan llamativo y popular como la romería de la Virgen de las Cabezas. Se desarrolla en Armenteira, donde ayer se llevaba a cabo la “Festa da Xuventude”.
