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Polvo africano en Arousa

Un episodio natural empujado "España arriba" por "Celia"

El puerto de Vilagarcía y la ría durante el episodio. Iñaki Abella

Aunque muchos lo sabían, hay arousanos que se preguntaban ayer qué era aquella niebla oscura, entre grisácea, amarillenta y anaranjada, que cubría la ría y la comarca de O Salnés.

Efectivamente, era la calima. La misma que, procedente de África, está haciéndose notar de manera especialmente intensa en la mitad sur y el centro peninsular, pero que, como queda dicho, se ha dejado ver también en las Rías Baixas. Vaya por delante que estas partículas de polvo o arena en suspensión no entrañan riesgo para la población, al menos en regiones tan alejadas de la “zona cero” como Galicia. Salvo que algunas personas padezcan enfermedades que las hagan ser especialmente vulnerables.

Evidentemente, no es lo mismo la calima que afecta a Andalucía o Madrid que la que ayer se hacía notar en Arousa, donde resulta poco más que un fenómeno anecdótico.

Estas partículas de polvo o arena en suspensión que llegan a la península desde el Sáhara únicamente pueden causar ciertos trastornos o complicaciones a los arousanos “en casos muy concretos de personas con enfermedades pulmonares que tengan cierta dificultad para respirar”, aunque la mascarilla que se emplea como prevención frente al COVID “es una protección más que suficiente”.

La calima ensombreció Vilagarcía. | // IÑAKI ABELLA Manuel Méndez

Así lo confirma el profesor e investigador Fernando Cobo Gradín (Santiago, 1960), durante 16 años director de la Estación de Hidrobioloxía do Encoro do Con, en Vilagarcía.

Consultado en relación con la llegada de ese polvo sahariano en suspensión que es la calima, señala que es un episodio totalmente natural, aunque poco frecuente por estas latitudes, que esta vez llega a la comarca empujado por la fuerte borrasca que azota al Sur de España, bautizada como “Celia”.

“Cuando llueva se precipitará ese polvo, pero no tendrá ningún efecto medible sobre los ríos”, reflexionaba desde Vilagarcía, mientras observaba el fenómeno, el profesor Cobo, titular de Zoología, Genética y Antropología en la Universidade de Santiago (USC).

A lo que añade este doctor en Biología que lo más importante o curioso de este episodio “es la capacidad del viento para transportar materiales desde zonas tan alejadas” como África, lo cual constituye una buena herramienta para que los científicos “podamos seguir el rastro a determinados elementos químicos”.

El fenómeno meteorológico en O Pousadoiro (Vilagarcía). Iñaki Abella

Hay que tener presente que la consecuencia evidente de una calima pasajera en Arousa es la disminución de la claridad, y poco más.

Otra cosa diferente sería que el fenómeno fuera tan intenso como en Andalucía y Madrid o persistiera a largo plazo, ya que puede originar molestias en ojos, nariz y garganta, puesto que las partículas tienen la capacidad de penetrar por las vías respiratorias.

Los riesgos

Según los expertos, si la concentración de los aerosoles supera el umbral tolerable establecido por la normativa comunitaria, acarrea riesgos a la población, principalmente a la que padece enfermedades crónicas respiratorias como el asma o la bronquitis.

Otro efecto de la calima, este más habitual, se produce en caso de que coincida con precipitaciones, ya que deja gotas de barro a su paso. Aunque lo que consigue la lluvia es ayudar a limpiar la atmósfera, haciendo que el aire deje de estar viciado por el polvo en suspensión.

La costa de Cambados cubierta de calima. FdV

Mirando al cielo

Al margen de esa visión científica del fenómeno conocido como calima, hay que decir que fueron muchos los arousanos que ayer levantaron la mirada para ver cómo el polvo en suspensión cubría el sol, a modo de eclipse.

Al igual que numerosos bateeiros, pescadores y mariscadores se detuvieron a mirar desde la ría esa espesa y rojiza neblina que cubría la costa arousana, especialmente en localidades como Cambados, Vilanova y Vilagarcía.

Una "lluvia de sangre" que estaba prevista

Ya se había anunciado que la borrasca “Celia”, que actuará con fuerza en España hasta el jueves, iba a teñir el cielo y las calles con el color anaranjado originado por las partículas de polvo y arena, afectando en mayor medida al centro de Andalucía, el Este de Extremadura, Oeste de Castilla-La Mancha, Sur de Castilla y León, Oeste de la Comunidad de Madrid y al entorno del Sistema Central.

La conocida en algunos sitios de España como “lluvia de sangre” es, por tanto, consecuencia directa de la elevada concentración de polvo en suspensión, superando incluso los umbrales que la OMS considera seguros.

Esto hace que la calidad del aire sea muy mala, por lo que, en las zonas más castigadas, se recomienda no realizar actividad física al aire libre y usar mascarilla de tipo FFP2.

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