El Concello de Vilagarcía saca a concurso una de las obras estrella del actual mandato de Alberto Varela: la transformación de Arzobispo Lago, la calle que une la plaza de Galicia con Alexandre Bóveda. La licitación tiene un importe de 636.435 euros (procedentes de fondos provinciales del Plan Ágora y del Plan Concellos y de los europeos de “Vilagarcía Avanza”) y las empresas interesadas disponen de plazo hasta el 15 de marzo para presentar sus ofertas.
El arquitecto Mariano Vázquez
El arquitecto autor del proyecto es el mismo que el de la peatonalización de la plaza de Galicia, Mariano Vázquez. Así, también en Arzobispo Lago el agua será la protagonista a través de un circuito que recree las antiguas marismas de la zona y el regato que discurre bajo la calle y desemboca en O Con. Las láminas de agua incluirán vegetación propia de los humedales como papiros, narcisos, cola de caballo, hierba de enamorar, lirios, juncos, carrizos y aldicas, explican desde Ravella.
2.400 metros cuadrados para uso peatonal
La intervención permitirá ganar para uso peatonal y de esparcimiento ciudadano una superficie de 2.400 metros cuadrados. Además de las zonas de agua, se construirán bancadas para el descanso de las personas en forma de estructuras geométricas de hormigón.
Para dar mayor frescura y naturalidad al remozado espacio, se plantarán sauces llorones y arces japoneses y se colocarán jardineras con arbustos y plantas decorativas como bambú, lavanda, gardenias, carsuláceas, suculentas o groselleros rojos.
En relación al hormigón, será distinto en función de su uso. Por ejemplo para el tránsito de viandantes el material se tratará con varios acabados “para proporcionar estéticas diferenciadas y romper la uniformidad mediante el uso de diversos colores y texturas”, apuntan fuentes municipales.
El proyecto redactado por Vázquez se completa con iluminación (íntegramente led) que se instalará en modo de balizas, proyectores o puntos de luz en el pavimento para destacar determinadas estructuras.
Acceso a garajes
La humanización de Arzobispo Lago supondrá el cierre al tráfico de la calle. No obstante, como ocurre en las demás zonas peatonalizadas, se permitirá el acceso de vehículos a los garajes, así como a los autorizados para realizar labores de carga y descarga y por supuesto a los servicios de emergencias. Los autobuses turísticos que acuden al Hotel Castelao también podrán continuar entrando hasta la puerta del establecimiento.
El Concello asegura que la humanización “no generará trastorno alguno para el tráfico rodado” porque “a efectos prácticos la calle está peatonalizada desde que se levantó el confinamiento"
Desde el Ayuntamiento consideran que pese a la envergadura de la obra, “no generará trastorno alguno para el tráfico rodado” porque “a efectos prácticos la calle está peatonalizada desde que se levantó el confinamiento debido a la necesidad impuesta por la pandemia de habilitar nuevos espacios públicos que permitiesen el esparcimiento de la población y transitar respetando la necesaria distancia de seguridad”. Añade que transcurridos casi dos años con el tráfico cortado, la ciudadanía “ya está habituada al cambio”.
Alexandre Bóveda, principal acceso al centro
Para garantizar el acceso de vehículos al centro de Vilagarcía, el gobierno local recuerda que ya ha decidido establecer el doble sentido de circulación en Alexandre Bóveda, la calle de la plaza de abastos, que “actuará como arteria principal de entrada y salida de la ciudad de forma permanente los siete días de la semana, incluso con la celebración del mercadillo ambulante” una vez que concluya la segunda fase de las obras de mejora de seguridad vial en la zona (ensanche de aceras). Ravella espera tener los trabajos terminados antes de que comiencen los de Arzobispo Lago, los cuales durarán seis meses.
