La parada central del autobús interurbano que presta servicio en Vilagarcía, situada en O Cavadelo, dispone de cuatro marquesinas para atender a las diferentes líneas. Pero solo tres de ellas tienen un banco en el que puedan sentarse los usuarios mientras esperan, a pesar de que buena parte de los mismos son personas mayores.
Esta circunstancia desata las quejas de los vecinos que se dirigen a Carril, ya que la suya es la marquesina “discriminada”.
Es por ello que personas de edad avanzada, a veces cargadas de bolsas, y otras con diferentes grados de discapacidad física, se ven obligadas a esperar de pie o a ir a sentarse en los bancos de las otras marquesinas, con las dificultades y riesgo que entraña, por tener que subir y bajar apresuradamente de los andenes.
Ayer lo denunciaron varios viajeros y FARO pudo comprobar in situ que, efectivamente, en la estación había personas de avanzada edad que esperaban el bus a Carril y, cansadas y con dificultades de movilidad, reivindicaban la colocación de ese banco.