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Las eléctricas detectan un incremento de los enganches ilegales a la red general

La crisis energética lleva a muchos usuarios a explorar otras vías para ahorrar en el consumo de la luz | Se exponen a multas por su consumo anual si son descubiertos

Operarios de una empresa eléctrica trabajando en la red de la comarca de O Salnés.

Con el megawatio/hora disparado en precios escandalosos también se ha multiplicado el número de personas que han optado por enganches ilegales a la red de suministro para garantizarse el servicio y evitar pagar. Esa situación está siendo detectada por las eléctricas que han pasado de localizar uno o dos casos anuales a encontrarse con hasta una quincena el pasado año. Manuel Goday, responsable de la Compañía de Electrificación SL, que da suministro eléctrico a A Illa y a una parte de Vilanova de Arousa, reconoce que el número de personas que intenta cometer este fraude se ha disparado en los últimos tiempos y todo debido a la subida d eprecios desaforada que han imprimido al mercado las empresas productoras de energía.

“Los actuales contadores ofrecen muchos datos sobre consumo y, aunque no resulta sencillo detectarlo, la información que ofrecen puede ayudar a localizar desviaciones en la red a causa de las interferencias en las líneas de baja tensión”, explica Goday. Insiste en que esas acometidas eléctricas son descubiertas, en parte, gracias a los nuevos medios técnicos, que “nos dan muchas más pistas sobre este tipo de infracciones”.

Arriesgarse a realizar este tipo de enganches anuales puede salir muy caro si se es sorprendido. No en vano, las empresas están obligadas por ley a cobrarle toda la facturación de un año por ello, algo que “puede rondar tranquilamente los 4.000 euros; de hecho, esa fue la sanción de una de las últimas que hemos localizado”, explica Goday.

Aunque los casos de fraude se han disparado, lo cierto es que las familias han optado por reducir el consumo eléctrico en todo lo posible, algo que se ha notado en los últimos meses, donde se ha registrado una caída en las cifras de consumo en gran parte de las viviendas.

“Las previsiones que tenemos es que comience a bajar de forma moderada el precio de la energía en este primer trimestre de 2022”, señala Goday, algo que comercializadoras como su empresa, aguardan de manera desesperada ya que son las que reciben las quejas de los clientes pero no las que cuentan con el beneficio que ofrece el precio, ya que eso se queda en las cuatro o cinco generadoras que existen en España. El principal temor en ese aspecto es que pueda incrementarse la escalada bélica en la frontera de Ucrania, algo que podría volver a disparar el precio del gas.

Un crecimiento de más del triple en el coste

El precio medio base de la emergía, según el Operador de mercado Eléctrico (Omie) ha pasado de 33 euros el megawatio de media en 2020 a 111,38 en 2021. Esto significa que el precio de la energía se incrementó en más del triple. En el mes de abril, el precio medio del megawatio hora fue de tan solo 17,65 euros, mientras los meses más caros fueron los de septiembre, noviembre y diciembre, donde pasó de 41,90 euros. Sin embargo, 2021 fue una auténtica sangría. Salvo el mes de febrero, donde el megawatio estuvo a 28,49 euros, la energía sufrió un constante crecimiento desde abril que le llevó a alcanzar la escalofriante cifra de 239, 16 euros el megawatio de media en el mes de diciembre. Las medias alcanzadas en octubre o noviembre tampoco son muy alentadoras, ya que se situaron en 199,90 y 193,43 respectivamente, todo a causa del coste del gas.

Facturas que duplican su coste a causa de la subida


Los efectos de la espectacular subida en los costes de la energía eléctrica se ha notado en los bolsillos, con facturas que han duplicado su coste con tan solo un año de diferencia debido al alto precio de la energía, un coste que las comercializadores no tienen otra opción que trasladárselo al cliente, ya que no lo marcan ellas, sino las productoras de energía. Goday es consciente de la situación y reconoce que “hay bares pequeños que han visto como su factura pasaba de 300 a 700 euros y los hay que han optado por desenchufar algunas máquinas para ahorrarse costes”. El responsable de la Compañía de Electrificación recuerda la situación de un establecimiento que “optó por desenchufar los grifos de las cañas, que debían permanecer a una determinada temperatura todo el tiempo, consiguiendo ahorrarse unos 100 euros en el coste de la factura”. Los costes también se han disparado en las viviendas unifamiliares donde “cada vez hay más aparatos eléctricos, y toda esta situación ha sido un duro golpe para muchas economías”. De todas formas, Goday espera que este tipo de situaciones “vayan a menos; arriesgarse a afirmarlo es complicado, pero todo apunta a que en este primer trimestre del año el precio se estabilizará, aunque por encima de lo que pagábamos antes de que estallase esta crisis energética”. De hecho, insiste Goday, “ahora en enero los precios se han contenido un poco, aunque descarto que pueda bajar hasta los 50 euros que se pagaban por el megawatio en 2020”.

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