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O Grove tapiará un edificio de Conchases tras el desalojo pacífico de la Santo Ángel

Estado en el que quedó una de las habitaciones Iñaki Abella

Los vecinos de la calle Batalla de Lepanto, en pleno centro de O Grove, respiraron aliviados cuando a media mañana de ayer una empresa de construcción empezó a tapiar los accesos al edificio de la antigua residencia Santo Ángel. Era la escenificación del fin de una pesadilla que llevaban sufriendo desde hace años. Para evitar que la okupación se traslade a otros puntos de la localidad, el alcalde, José Cacabelos, ha anunciado que en breve se tapiará el acceso a un edificio en obras sin terminar que se encuentra en la calle Conchases.

La Policía Local y la Guardia Civil de O Grove consumaron ayer el desalojo de la antigua residencia de Batalla de Lepanto, que era ocupada desde hace tiempo por una media de unas seis personas, algunas de las cuales se dedicaban al “trapicheo” de drogas.

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Desalojo de la "residencia de okupas" Santo Ángel de o Grove Iñaki Abella

Otra de sus ocupaciones era la de pedir limosna en la calle, y el alcalde, José Cacabelos, afirma que algunos de ellos llegaban a mostrarse violentos con los vecinos.

Por si eso no bastase, en la calle se quejaban del mal olor que desprendía el interior del edificio y del ruido que hacían los okupas, que incluso protagonizaron más de una pelea en plena madrugada.

A principios de octubre pasado, durante el Foro La Toja, se conocieron el jefe de la Policía Local y el nuevo responsable del cuartel de la Guardia Civil de O Grove. Empezaron a hablar y llegaron a la conclusión de que la antigua residencia Santo Ángel era un foco constante de problemas. Por ello, decidieron trabajar juntos para lograr desalojarlo.

José Cacabelos explica que durante semanas los dos cuerpos estuvieron hablando con los okupas, intentando convencerlos por las buenas de que abandonasen el edificio. Y lo cierto es que las gestiones fructificaron. Se estima que vivían en el edificio abandonado media docena de personas de forma estable, pero ayer por la mañana ya solo quedaba una, que también abandonó el inmueble por las buenas. “Tenemos constancia de que cuatro de estas personas ya se han marchado incluso de O Grove”, prosigue el alcalde.

Una vez que se materializó el desalojo, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil accedieron al interior del edificio, comprobando que se encontraba en un estado penoso, tras años de okupación. Había restos de basura por todas partes y numerosos destrozos.

Además, comprobaron que recientemente algunos okupas se habían pasado a vivir al edificio colindante, que aunque tiene una entrada diferente era en el pasado de la misma propiedad que la residencia Santo Ángel. Los “sin techo” habían forzado una puerta de acceso a la que se llega por una finca posterior compartida y se colaron en este segundo inmueble, en el que, entre otros objetos singulares, se encontraba una mesa de despacho que perteneció en su día a Lina Prol, que fue alcaldesa de O Grove en la década de 1980.

Ambas propiedades pertenecen a una entidad bancaria, que se ha comprometido a limpiar la finca de la parte posterior, pues actualmente hay tanta vegetación que se convirtió en un nido de animales.

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