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40.000 tejas para Santa Rita

Los trabajos en el complejo monumental de Vista Alegre, ayer. M. Méndez

Vecinos y turistas asisten con expectación a las obras que se llevan a cabo en el conjunto monumental de Vista Alegre, una de las joyas patrimoniales más importantes de Vilagarcía y la provincia.

Los trabajos consisten en la reposición de una parte de la cubierta, para lo cual se emplean alrededor de 40.000 tejas, según indica la empresa adjudicataria.

Los trabajos generan enorme expectación. M. Méndez

Están resultando ciertamente espectaculares, dada la necesidad de emplear una gran grúa que se sitúa en medio del conjunto arquitectónico para elevar los palés de teja necesarios.

Lo cierto es que destaca sobremanera la gran cantidad de teja empleada, y eso que, según calcula la firma promotora, la superficie a reponer puede equivaler a solo una tercera parte de todo el tejado de este conjunto arquitectónico, formado por un pazo y un convento, que en su día fue declarado Monumento Histórico-Artístico.

Una grúa en medio del conjunto arquitectónico para elevar las 40.000 tejas necesarias para reponer la cubierta del convento. M. Méndez

Los trabajos se centran exclusivamente en una parte del tejado del convento construido en el siglo XVII, por deseo de Fernando de Andrade Soutomaior y Caamaño.

Más concretamente, sirven para renovar casi por completo el ala este, orientada hacia el parque de A Xunqueira.

Se renueva el ala este, orientada hacia el parque de A Xunqueira. M. Méndez

Este convento, anexo a la popular capilla de Santa Rita, se construyó en su origen para que fuera habitado por la Orden de las Hermanas Agustinas Recolectas, uniéndose al pazo, que se había construido en el siglo XVI, por medio de un gran arco que los comunica.

El brazo de la grúa sobre el conjunto arquitectónico. M. Méndez

Comenzaron hace aproximadamente un mes

Los llamativos trabajos de reposición de su cubierta comenzaron hace aproximadamente un mes, pero hasta ahora habían pasado casi desapercibidos porque apenas se veía a los operarios, ya que se ocupaban en las alturas de retirar las tejas viejas, limpiar toda la superficie de la cubierta y acometer pequeñas reparaciones.

El edificio, visto desde el río. M. Méndez

Ahora las obras llaman mucho más la atención, y de ahí la expectación que están generando entre vecinos y visitantes, debido a la presencia de la citada grúa y su gigantesco brazo, que se alza sobre el conjunto monumental desde hace un par de días.

Los operarios, subidos al tejado. M. Méndez

Las obras corren a cargo de la empresa vilagarciana Construcciones J. Ribadulla e Hijos, dedicada desde hace un cuarto de siglo a la reforma y construcción de edificios y casas, colocación de todo tipo de piedra, restauración de fachadas y realización de trabajos de cantería.

La capilla de Santa Rita, a la izquierda. M. Méndez

Historia y orgullo para el Concello de Vilagarcía

El Concello presume del conjunto monumental de Vista Alegre diciendo que “de todos los pazos de Vilagarcía, el de Vistalegre es el único que cuenta con la declaración de Monumento Histórico Artístico”.

Y no solo eso, sino que se trata de un edificio que “hunde sus raíces en la fundación misma de Vilagarcía, pues fue entonces, a mediados del siglo XV, cuando García de Caamaño decidió construir una torre en este lugar desde la que dominaría el recién creado burgo y puerto”.

Sin embargo, “un incendio destruyó la edificación, que daría lugar al actual pazo, levantado hacia 1545, cuando se instituyó el mayorazgo de Vistalegre, por iniciativa de Álvaro Gómez de Sotomayor, nieto del fundador, pero sobre todo por el empeño y la ayuda económica del hermano de Álvaro, Rodrigo de Mendoza, abad de Teverga (Asturias) y capellán de Carlos V”.

Así, “ocupando buena parte del antiguo Castro de Alobre, situado en un alto y al pie de las marismas del río Con y del antiguo Camino Real, que unía Cambados con Vilagarcía, y ésta con Santiago, Vistalegre ofreció la imagen de un caserón con dos torres laterales durante casi cien años, hasta que un rayo derribó la torre sur”, rememora el Concello.

Ya en torno a 1645, continúa la Administración local cuando alude a los orígenes del conjunto histórico, “un nieto de don Álvaro, Fernando de Andrade, arzobispo de Santiago, ordenó construir el convento de las Agustinas”.

Y fue entonces “cuando la torre fue levantada de nuevo, pero ahora sobre el convento, y cuando pazo e iglesia quedaron unidos por su característico arco-pasadizo”.

Un lugar en el que actualmente no solo se sitúa la capilla de la venerada Santa Rita, sino también el colegio de la Sagrada Familia.

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