Entre finales del invierno y principios de la primavera, las avispas velutinas reinas abandonan el refugio en el que sobrevivieron a los meses de frío y empiezan a construir los nidos primarios. Desde hace un mes, José María Pedrouzo e Isaac Padín, los dos técnicos que integran el equipo de la Mancomunidade do Salnés para controlar esta plaga, están colocando trampas para capturar el mayor número posible de reinas. Ya instalaron cerca de 300 artilugios, y a lo largo de las próximas semanas llegarán a los 2.000. Un ingente trabajo de prevención que está dando muy buenos resultados en la comarca de O Salnés y con el que pueden colaborar los vecinos, confeccionando y colgando sus propias trampas caseras.
–¿Es el momento de colocar las trampas?
–Sí, entre este mes y el que viene son los momentos idóneos. Con la llegada del calor las reinas salen y empiezan a hacer los nidos primarios. Trampear es importante, porque cada reina que quitamos significa un nido menos, y cada nido que evitamos que se forme, supone entre 3.000 y 5.000 avispas que sacamos de la circulación. Pero es que además al trampear no solo evitamos la proliferación de reinas este año, sino también el que viene, porque a partir de agosto todos los huevos que pongan las avispas que sobrevivan serán futuras reinas.
–La Mancomunidade do Salnés sostiene que su programa de trampeo está dando muy buenos resultados. ¿Por qué?
–Porque gracias a las trampas, cada año que pasa vamos retirando unos pocos nidos menos. En 2017, solo en el Ayuntamiento de Cambados se quitaron 540 nidos. Se pusieron trampas, y al año siguiente solo se quitaron 170. En 2020, retiramos entre los siete municipios de la comarca en los que actuamos 840 nidos, mientras que en 2019 habían sido más de 950. La disminución no es muy grande, pero hay que pensar que si no hiciésemos el trampeo, el número de colmenas aumentaría tanto que sería imposible luchar contra la avispa.
"Al ir a desbrozar hay que cubrir la cara y el cuello lo mejor posible"
–¿Es viable la erradicación total de la especie?
–No, eso ahora mismo es imposible. La velutina llegó para quedarse. Pero sí que podemos controlarla y evitar que vaya a más, sobre todo en las ciudades. Pero erradicarla es imposible debido a la gran masa forestal que tenemos.
–Se aproxima la primavera y el COVID obliga a buscar espacios naturales poco congestionados. ¿Qué precauciones debe tomar quien se interne en la naturaleza por una ruta de senderismo?
–En las rutas de senderismo no suele haber riesgo. Las velutinas construyen sus nidos en zonas altas, y si no vas a atacar el nido, ellas no te atacan a ti. Las avispas no pican por picar. Y si ves un avispero, lo mejor que puedes hacer es llamar al ayuntamiento en el que lo hayas encontrado, o al teléfono que tenemos para este servicio en la Mancomunidade do Salnés, que es el 635 631 107.
"Nos preocupa la gente que va a desbrozar, porque hay muchos nidos entre la maleza"
–¿Les preocupan más los encuentros accidentales que puedan sufrir los agricultores?
–Sí, la gente que desbroza nos preocupa, porque hay muchos nidos entre la maleza, sobre todo primarios. También los hay enterrados, y como toques uno con la desbrozadora o con la fresa del tractor, van a ir todas las avispas a por ti y vas a tener un problema serio.
–¿Qué precauciones se deben tomar para reducir el riesgo en los trabajos agrícolas?
–Hay que ir lo más cubierto posible, sobre todo cubrir la cara y el cuello. La velutina ve muy mal, y se guía por los impulsos eléctricos, de ahí que ataque mucho a esas zonas del cuerpo, por donde pasan arterias y venas importantes. Lo mejor es utilizar un sombrero de ala ancha y un saco de red por encima, para cubrir la cara. Vas un poco como un espantapájaros, pero vas protegido. Es una protección básica, pero te da tiempo para escapar.
–Por su experiencia, ¿puede decir que la velutina es más agresiva que otros insectos?
–No, incluso son menos agresivas, siempre que no sientan que estás atacando su nido. Pero hay que tener prudencia siempre, porque la picadura de velutina duele más y durante más tiempo. Tienen el aguijón más largo y grueso, inoculan más veneno y a mayor profundidad.
"El avispero más grande que retiré era del tamaño de un contenedor de la basura"
–¿Cómo se debe reaccionar tras una picadura?
–Primero, presionaremos la zona con un algodón empapado en amoníaco. Después, pondremos frío en la zona. Y para mí, la visita al médico es imprescindible. Uno no sabe si es alérgico o no, así que es mejor ir, te quedas más tranquilo.
–¿Qué se puede hacer en el momento de un ataque?
–Es primordial intentar cubrir la cara y el cuello. E intentar abandonar la zona. Si en la huida encuentras agua, métete en ella.
–¿A usted le picaron en alguna ocasión?
–Sí, me picaron tres y me mordieron dos, porque tienen unas pinzas muy fuertes. Tanto yo como mi compañero sufrimos ya varios ataques.
–¿Cuál es el nido más grande que han retirado?
–Uno que había entre dos cubiertas de la nave de Expano, en Meis. Era del tamaño de un contenedor de la basura. No nos quedó más remedio que sacarlo en trozos.
"Hemos retirado nidos de cascos de moto, de botas de agua y hasta del maletero de un coche"
–Y también los habrán quitado de lugares insólitos.
–Los hemos quitado de cascos de moto, de botas de agua, y hasta del maletero de un coche. Eso pasó en A Illa. Una familia tuvo el coche parado durante el confinamiento, y las avispas se le metieron en el maletero por un agujero pequeño de una goma. Lo descubrieron al llevar el coche a pasar la ITV.
–¿En qué zonas de O Salnés hay mayor presencia de avisperos?
–El año pasado, donde más nidos quitamos fue en Meis, y después en Vilanova. Y por zonas, las que más le gustan son las próximas a cursos de agua o pozos.
