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El pósito de Cambados pide medidas para acabar con los vertidos al río Umia

Agentes de Medio Ambiente comprobando ayer el vertido del aliviadero al río Umia. | // NOÉ PARGA

Más de una semana lleva el aliviadero del alcantarillado público vertiendo a un afluente del Umia, una semana en la que no parecen haberse tomado las medidas adecuadas para acabar con esta situación que comienza a preocupar río abajo, donde se encuentra el banco marisquero de O Sarrido, gestionado por la Cofradía de Cambados. Así lo reconoce el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa, que observa con preocupación todo lo que ocurre con los vertidos al río Umia, sobre todo, cuando proviene de un alcantarillado que debería estar para evitarlos y garantizar la salubridad de las aguas.

“Desgraciadamente, son demasiado habituales cuando se registran lluvias, ya que gran parte del alcantarillado está construido en una época en la que no se diferenciaban las aguas fecales de las pluviales y, cuando el nivel hídrico es muy alto, desbordan, poniendo en riesgo el futuro de un banco marisquero”, explica Costa.

"En la mayor parte de la red no están separadas las aguas pluviales de las fecales y esto acaba provocando que, en épocas de lluvia, los pozos de bombeo desborden"

Ruperto Costa - Patrón mayor de Cambados

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El responsable del pósito cambadés reconoce que situaciones como la de Cabanelas “nos preocupan, porque todo acaba siendo arrastrado por el río hasta su desembocadura; es cierto que todavía no hemos notado ninguna incidencia, pero si persiste puede acabar convirtiéndose en un problema, como ocurre demasiado a menudo en el Saco de Fefiñáns”. Por eso considera que se deben tomar medidas cuanto antes porque “no puede ser que, en pleno siglo XXI todavía andemos así”.

Aliviadero de Cabanelas con los vehículos de Medio Ambiente al fondo. Noé Parga

En el día de ayer, el aliviadero de Cabanelas continuaba vertiendo cantidades ingentes de aguas fecales al afluente del Umia, una circunstancia que no pasó inadvertida a varios vecinos de la zona, tanto por la cantidad como por el olor nauseabundo que desprendía.

Hasta el lugar se desplazaron agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y agentes de Medio Ambiente. Estos últimos, estuvieron tomando muestras y, muy probablemente, acabarán cursando una sanción a la responsable del alcantarillado, la empresa Espina y Delfín. La persistencia del vertido es evidente en el estado en el que se encuentra el cauce fluvial que desemboca en el Umia, con todos sus márgenes “quemados” de soportar las ingentes cantidades de fecales que se arrojan en él.

Varias de las muestras recogidas ayer en Cabanelas. Noé Parga

La concesionaria deberá asumir la sanción, en caso de que ocurra, pero Augas de Galicia comprometió hace años una solución y elaboró un proyecto para acabar con el vertido, pero se desconoce cuando lo llevará a cabo.

Ese proyecto, reclamado por la Mancomunidade de O Salnés pero que todavía no ha sido dado a conocer en profundidad, contemplaba la realización de dos obras fundamentales.

Tanque de tormentas y nueva tubería

La primera de esas obras era la construcción de un tanque de tormentas que serviría para incrementar, de forma notable, la capacidad del pozo de bombeo, reduciendo posibles vertidos. La otra obra era la construcción de una tubería que comunicaría este pozo directamente con la EDAR de Cabanelas, situada a tan solo un kilómetro de distancia. Las dos obras vendrían acompañadas de varias actuaciones para evitar que las aguas pluviales acaben en el pozo de bombeo.

Change.org ante una situación inasumible


Años llevan soportando en el club de piragüismo O Muiño de Ribadumia los vertidos que se registran unos 300 metros río arriba de la sede del club. Denuncias, quejas y, sobre todo, una enorme impotencia por no ver solucionada una situación que lleva años registrándose sin que la concesionaria del servicio ni las administraciones responsables se hayan preocupado por buscar una solución. El último paso haz sido poner en marcha una página en Change.org para recoger firmas con las que presionar para que se busque una solución y se evite que un aliviadero del alcantarillado público sea el que contamine las aguas del río Umia al no contar con la suficiente capacidad para evitar el vertido. La actividad del Náutico O Muiño no es la única que se encuentra unos centenares de metros más abajo de donde se registra el vertido. A poco más de 100 metros se encuentra la captación de agua de la isla de A Toxa, desde la que se suministra agua potable a gran parte de este complejo turístico.

Fecales y aguas industriales


Los vertidos de este aliviadero son demasiado frecuentes. Cada vez que se registran lluvias o crece el nivel hídrico, desborda, arrojando fecales y, en otras ocasiones, restos de aceites y otros elementos procedentes de industrias de la zona que no depuran sus aguas antes de lanzarlas al alcantarillado. La Mancomunidade lleva años tratando de buscar una solución sin haberla encontrado todavía.

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