La familia de los equinodermos trata de abrirse camino en las lonjas gallegas. En algunas ya lo ha hecho, sobre todo gracias a especies como el carajo o pepino de mar y el erizo. Suman, en lo que va de año, 5,3 millones de euros, obtenidos después de la venta de casi 700 toneladas de producto.
De este modo presentan sus credenciales como recurso específicos en auge. Sobre todo en el caso del erizo de mar, que por sí solo fue capaz de facturar cinco millones de euros, después de la subasta de 594 toneladas de mercancía.
Al hablar de esta especie hay que destacar a lonjas como O Grove, con 54 toneladas (478.000 euros); Bueu, con 45 toneladas (492.000 euros); y Baiona, que superó las 50 toneladas (457.000 euros).
Tanto Aguiño como A Guarda subastaron aproximadamente 57 toneladas de erizo y facturaciones de 441.000 y 416.000 euros, respectivamente.
En cuanto al carajo de mar, fueron hasta ahora más de 102 toneladas y 130.000 euros, correspondiendo los mayores ingresos a las lonjas de Burela, A Coruña, Vigo, Marín y Celeiro.
La presencia de esta especie en las lonjas arousanas se limita a apenas dieciséis kilos vendidos en Ribeira.