Los delfines comunes y los mulares (arroaces) están ahora en plena época de reproducción. Esto genera llamativas imágenes en rías como la de Arousa, dada la presencia de machos que realizan acrobáticos saltos fuera del agua, animados por el proceso de apareamiento, y la localización de varias crías de ambas especies con solo unos días de vida.

Esto hace necesario hacer un llamamiento a la concienciación de los ciudadanos y pedir que no se moleste a los animales, sobre todo a los lactantes, ya que un acercamiento excesivo a las crías puede provocar su muerte, ya sea por colisión o por una alimentación deficiente.

El doctor en Biología Bruno Díaz, director del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), confirma la localización de recién nacidos tanto dentro como fuera de la ría arousana.

Un año de gestación

Un año de gestaciónEsto lo lleva a explicar que el periodo de gestación de los delfines es de un año, de ahí que el período de apareamiento que intensifica la actividad de los machos coincida con el nacimiento de los cachorros concebidos doce meses antes.

"Las hembras dan a luz desde finales de mayo y a lo largo del verano, alcanzándose este año el pico de nacimientos en esta recta final de julio, de ahí la presencia en la ría de ejemplares de pocos días de vida", reflexiona Bruno Díaz.

Unos cachorros que van a estar al lado de sus madres alrededor de dos años, antes de independizarse y empezar a formar grupos con otros adolescentes.

Pero es ahora, recién nacidos, cuando resultan especialmente vulnerables. De ahí que se pida colaboración a los pilotos de todo tipo de embarcaciones, especialmente a las de recreo, motos acuáticas y demás artefactos.

Hay que tener presente que la madre amamanta a sus crías durante el primer año, a veces durante unos quince meses. Para dar de mamar su retoño lo habitual es que la madre se deje flotar en la superficie, moviéndose muy lentamente para ofrecer el alimento a su cría, que se acerca por debajo para acceder a las mamas.

Lo que ocurre es que, al ver este comportamiento, hay embarcaciones que se acercan en exceso. Al hacer esto, e incluso al perseguir a los delfines, "lo que pueden conseguir es que la hembra deje de amamantar a la cría o que ésta no acceda correctamente al alimento, lo cual puede traerle importantes problemas, e incluso la muerte", espeta Bruno Díaz.

Tras haber comprobado a lo largo de su ya dilatada trayectoria científica que "hay ocasiones en las que esos pequeños delfines no llegan a sobrevivir por no alimentarse correctamente", el director del BDRI apela a la concienciación de la sociedad y recuerda que también existe un Real Decreto que protege estos animales y advierte a los humanos de que no deben acercarse a ellos a menos de 60 metros.

No está de más abundar en lo explicado hace semanas en FARO DE VIGO en relación con la presencia de embarcaciones recreativas en las rías, parece que este verano abundante, a pesar de vivirse una situación postconfinamiento.

Especialmente llamativa resulta la presencia de motos náuticas, a veces peligrosamente cerca de la costa, los bañistas, bateas y, también, de los delfines.